Estudiantes se ha asegurado su presencia en la copa del Rey al derrotar al TAU Baskonia en la prórroga por 76-66, tras finalizar el tiempo reglamentario en 58-58. El desfondamiento físico de los dos bastiones vitorianos, Allen y Nocioni, espléndidos durante casi todo el encuentro, quitó cualquier opción de triunfo a los de Ivanovic, que se mostraron como un conjunto vulgar y peleón, echando especialmente de menos a Scola, el único poste baskonista capaz de anotar con relativa fluidez.

Podemos definir los primeros veinte minutos como un mal encuentro de minibasket con defensas y arbitraje de balonmano, la única forma que tenemos de explicar que dos equipos de la supuesta categoría de los contendientes ofrecieran un infumable 24-22 al descanso, con un cuarto de cada uno de los equipos (9-17 el primero para el TAU, 15-¡¡5!!) el segundo para los colegiales.

Tras soberano castigo, ambos equipos salieron dispuestos a jugar bien la segunda mitad. Y la verdad es que, comparado con el infierno anterior, el juego subió muchísimos enteros. El TAU, encaramado a Jerome Allen, chupón forzado ante la inopia atacante de casi todos sus compañeros, y Andrés Nocioni, un auténtico lujo a pesar de la buena defensa de Jiménez, tiraba del carro a pesar de la nula colaboración de sus ayer desastrosos pivots, en especial Thierry Gadou, incapaz de lanzar un solo lanzamiento en 19 minutos de juego. El Estudiantes, sin embargo, no acababa de encontrar la fórmula para romper definitivamente el encuentro, en gran parte lastrado por el desquiciado juego de Corey Brewer, cada día más irregular, que fue incapaz de dar un mínimo de tranquilidad a sus compañeros durante el tiempo que estuvo en el campo.

El último cuarto fue de continua alternancia en el marcador, hasta que el TAU conseguía estirar su ventaja hasta cinco puntos. El acierto final de Loncar y la mayor tensión defensiva de los colegiales les llevaría hasta la prórroga, de la que incluso se podían haber librado si Carlos Jiménez no hubiera visto su contraataque sobre la bocina taponado por Jerome Allen (él o Nocioni, quién si no).

La prórroga ya no tendría color. Un Estudiantes desbocado ya no dio opción alguna al TAU, con sus dos jugadores más inspirados, ya con la lengua fuera, nuevamente como único argumento, sin nadie más que diera la cara en un encuentro que se les escapaba irremisiblemente.

La clave: las pérdidas de balón

Mientras que los colegiales perdieron siete balones, el conjunto del TAU acabó regalando 21. Los de Pepu Hernández cada vez están mejor en el aspecto defensivo, y es el segundo encuentro consecutivo en Vistalegre en que el equipo rival pierde más de veinte balones. Cabe reseñar en especial la labor del recuperado Keefe, cegando los pases sobre el aletargado Griffith y forzando malos pases con sus ayudas.

Estudiantes ganó en defensa más de lo que perdió en ataque, donde hizo probablemente el peor encuentro de la temporada.

Los mejores: Nocioni y Allen

Si no llega a ser por las ganas puestas por estos dos jugadores, el partido habría sido un cómodo paseo para Estudiantes. 23 puntos cada uno, 12 rebotes para Nocioni, con el único pero de las nueve pérdidas de balón entre ambos. A la vuelta de Scola, y si Ivanovic consigue sacar algo más del resto del ¿grupo?, este TAU puede volver a ser muy peligroso, pero hoy por hoy simplemente se agarra a sus dos estrellas.

Jornada 16. Palacio Vistalegre. 14.200 espectadores. Árbitros: Bultó, Alzuria, Arteaga. Demasiado permisivos en ambos aros e imprevisibles en sus decisiones.

Adecco Estudiantes, 76- Azofra(8), Jasen(2), Jiménez(13), Reyes(17), Vidaurreta(2)- Keefe(10), Brewer(4), Loncar(16), Miso(0), Gabriel(4).

TAU Baskonia, 66- Allen (23), Foirest (9), Nocioni (23), Griffith (6), Phillips(5)- Palladino, Calderón, Gadou