Era el día de la fiesta de la cantera para el Asefa Estudiantes, con 8 jugadores formados en casa convocados y la tradicional foto de cantera programada para el descanso. Pero no todo iba a ser felicidad. Llegaba al Palacio de los Deportes el UCAM Murcia para celebrar la reedición del duelo por el descenso de la temporada pasada que se llevaron los pimentoneros. La tensión cortaba el ambiente. Y ambos equipos se contagiaron de ellos.

Desde el principio vimos que iba a ser un partido de ritmo alto, con presiones a toda la pista desde el inicio y un ritmo anotador endiablado. Aprovechando a un enchufado Joe Ragland, el Murcia cogía las primeras ventajas en el marcador, y solo las canastas fáciles que sus compañeros le procuraban a Nogueira hacían que los del Ramiro mantuviesen el ritmo. Con varias acciones polémicas, el choque se calentaba justo antes del descanso, cada jugada parecía decisiva, como si se jugase una final.

Durante el descanso, el Estudiantes realizó la foto de cantera, creando un mosaico espectacular con sus más de mil jóvenes jugadores.

A la vuelta de vestuarios, el Murcia se disparaba en el encuentro gracias a su acierto desde el triple. Todos tiraban, todos anotaban, y especialmente Antelo y Juan Ignacio Jasen. Pero el liderazgo de Kirksay agrupaba a los suyos y surgió la muñeca caliente de Kuric para poner al Estudiantes por delante, una ventaja que les duraría poco. En el último período, el Murcia no pudo mantener el ritmo triplista, y los locales aprovecharon esta circunstancia para colocarse arriba. Un triple de Kirksay desde la esquina a falta de un minuto daba ventaja a los madrileños (85-82) y, tras el fallo murciano, Nogueira daba la puntilla con un 2+1 a falta de 38 segundos (88-82) Finalmente, los de Vidorreta solo tuvieron que amarrar la victoria.