Aunque el duelo empezaba con ritmo muy alto, no se puede decir que Fuenlabrada y Murcia entraran al partido con acierto. Tan solo 9 puntos se habían visto transcurridos los primeros 3 minutos de encuentro. Los equipos parecían corresponderse en uno al otro y, cuando uno fallaba, el otro, liberado quizás de la presión de que su rival apretara en el marcador, hacía lo propio en su posesión. Con este guión de acción-reacción es con el que produjo el transcurso de el duelo en los primeros 10 minutos. Cuando en los visitantes Hanah encontraba el acierto, en los locales Eyenga cogía el timón, al que respondía rápidamente Ovie Soko, En estos términos se llegó al final de ese primer cuarto, con unos números casi idénticos en acierto (43% en los locales, 50% en los visitantes) y pérdidas (2-2).

Los giros en el guión llegarían, entonces, a partir del segundo período. Murcia entraba con mejor pie al minuto 10 de partido, a partir del cual construyó su primer renta, de 6 tantos, con aciertos de Urtasun y Benite. Cuando Fuenlabrada se vio forzado, aparecieron nombres de excepción: Vargas, que ayudaría a Marko cuando el acierto no acompañaba al croata, y un Blagota Sekulic que tuvo en el segundo y tercer períodos los mejores minutos desde que viste la camiseta de Fuenlabrada. Con el montenegrino como referencia en la pintura y el pick and roll, y otra vez a través de la defensa, Fuenlabrada volteaba la situación hasta dejar el marcador a su favor gracias a un parcial de 10-0 que rompería Brad Oleson con un 3+1 que volvía a dejar el partido en un marcador muy apretado que se mantendría así hasta que Hannah levatara un inverosímil triple sobre la bocina del descanso que permitió a Murcia despedirse con ventaja de la primera mitad.

Esa renta, que parecía anecdótica dada la igualdad con la que había transcurrido toda la primera mitad, le concedió a Murcia 4 minutos más de dominio a la salida de vestuarios. No entraban en el tercer período de manera brillante ninguno de los dos equipos y tuvo que ser un pequeño parcial de 6-0 de los locales que volvió a rompero Oleon el que hizo que el duelo voliera a igualarse y la tensión a dispararse. Ese ambiente favoreció a Fuenlabrada, que, en manos primero de Sekulic, decisivo en los dos lados de la cancha, y después de Eyenga, con dos triplez muy complicados de manera consecutiva, dejaban a Murcia renquenate para afrontar el último período. La entrada a este, sin embargo, no pudo sonreír más a los visitantes: Benite daba todo un clinic con 7 puntos consecutivos para meter a los suyos de nuevo en el partido y después Hannah y Soko le cogían el relevo, dejando a Fuenlabrada de nuevo en desventaja (66-70) en uno de los momentos más delicados del partido, en bonus desde el minuto 33. Sólo con el carácter de los Popovic, Vargas o Cruz se etiende cómo le da entonces Fuenlabrada la vuelta al partido, con un parcial de 11-1 que les volvió a dar las riendas del partido, aunque no el control. A los 3 últimos minutos de encuentro se entró con una renta de 3 puntos que fue bailando en el intercambio de golpes y que desembocó en un final plagado de tiempos muertos, táctica y entereza mental en el que Fuenlabrada volvió a alzarse ganador.