UCAM Murcia mostró de inicio la versión más frágil de su irregular modelo ofensivo. Tras desplegar en Badalona todo su potencial, los universitarios se atascaron una vez más en el Palacio de los Deportes. Shermadini y Wiltjer se hicieron además con la pintura rival (4-10). Los malagueños encontraban con relativa facilidad opciones en el pick and roll. Fernández y Lessort obtuvieron también réditos cerca del aro (10-17).

La energía de Emanuel Cate reactivaría de golpe la defensa de los anfitriones. El rumano, infatigable en la marca sobre su par, relanzó la progresión de Manu Lecomte en pista contraria. Los puntos del belga igualaron el choque a la conclusión del periodo inaugural (17-17).

El encuentro mantuvo el equilibrio ya con el juego volcado sobre el perímetro. En ese escenario, el conjunto cajista avanzó de nuevo gracias al acierto de Alberto Díaz y Jaime Fernández (24-36). Los jugadores de Sito Alonso entregaban una posesión tras otra a los mandos de Askia Booker. Las defensas alternas de Casimiro castigaban sin piedad el desorden. Hasta 10 pérdidas se dejaron los pimentoneros en la primera mitad.

El murmullo de la grada se convirtió entonces en aplauso; calor y afecto para espolear la intensidad de los suyos. La intendencia de Radoncic, el sacrificio de Soko y las canastas de Booker y Doyle construyeron un parcial de 12-2 que ajustaba el marcador al paso por vestuarios (36-38).

En la reanudación, Kyle Wiltjer lideró el ataque andaluz con dos dianas consecutivas en el 6.75. El ala-pívot norteamericano aprovechó sus innumerables recursos ofensivos para sumar 21 tantos. Unicaja despegaba tras una nueva incursión del omnipresente Jaime Fernández (45-55). Ni siquiera la presencia de dos bases en cancha parecía estabilizar la propuesta local. Solo la capacidad de Askia Booker para atacar los espacios y el 2+1 final de Manu Lecomte dieron vida al partido de cara al último cuarto (56-57).

La capacidad de ambos se alió con la presión ambiental para voltear definitivamente el electrónico (60-57). No iría más allá la renta murciana. La juventud de Lecomte fue castigada con una clara falta antideportiva que provocaba su expulsión (antes le habían señalado una técnica por flopping). Booker volvía a quedar solo ante el peligro. Casimiro se lanzó de lleno a por el triunfo y avanzó sus líneas. 0-11 de parcial y la sensación de que el duelo ya tenía dueño (60-68).

Nada más lejos de la realidad. Quedaba mucho por delante. El enésimo esfuerzo de Ovie Soko y el juego a campo abierto de Askia Booker devolvieron la esperanza a los universitarios (71-70). Wiltjer respondió desde más allá del arco; Radoncic convirtió en canasta su séptimo rebote ofensivo; Fernández asumió galones para retomar la delantera. Un ir y venir eterno en el que Murcia peleaba cada balón con uñas y dientes.

Booker dispuso de tiros libres para poner a los suyos por delante. El fallo del californiano quedó en anécdota cuando Radoncic capturó el rechace. Dino inventó con valentía un tiro imposible que vale más allá de la victoria (78-76). La magia del baloncesto sobrevoló la capital del Segura en forma de permanencia. Málaga naufragó en la orilla tras desaprovechar los dos segundos que resistían en el reloj. Para ellos, la batalla del Playoff será ya con el factor cancha en contra.