Ni la llegada de Conner Frankamp, máximo anotador de la Liga Griega, ni el ansiado regreso de Nemanja Radovic. La noticia del verano en la capital del Segura es la vuelta a casa de Augusto César Lima. Con un potencial físico formidable, la condición de cupo le convierte siempre en una pieza codiciada en el mercado. Real Madrid, Euroliga o una Fase Final ACB “excepcional” con San Pablo Burgos son algunos de los méritos que figuran en su currículum.

Solo la vinculación del jugador con la ciudad puede explicar un movimiento de este tipo, en principio fuera de rango para el ajustado presupuesto de Alejandro Gómez. A buen seguro que el director general de UCAM Murcia ha tenido también que realizar un esfuerzo económico. Justificado en este caso. Más allá de la valía del carioca en la pista, repleta de intimidación, rebote e intangibles, no debemos olvidar que sigue siendo uno de los referentes para afición y vestuario. Compromiso y simbiosis. Junto a Radovic, y con Cate en la recámara, conforman un juego interior que invita a soñar. Sito Alonso ya no tendrá excusa para acercarse al aro.

Inicia así su tercera etapa en Murcia; la 20-21 será la quinta temporada como pimentonero. Esta vez viene para quedarse. El contrato, por tres años, permitirá al Club organizar un proyecto en torno a su figura.