Mañana fría en Madrid. Quizá contagiados por el gélido clima de la capital, los jugadores blancos salieron agazapados, tímidos en su juego. Por contra, el Etosa pronto empezó a funcionar. Balones interiores al gigante Sundov y buenas acciones de Sonko– que volvía a Vistalegre- para resolver el primer cuarto a su favor (15-21). ¿ Qué hacía mientras el Madrid? Pues difuminarse misteriosamente. Carente de ritmo, al conjunto de Joan Plaza le costó entrar en el partido. No ayudó a ello un temeroso y dubitativo Sonseca, que de nuevo tenía una oportunidad para demostrar que puede jugar en el Real Madrid. El canterano, que ya dejó de ser un chaval hace tiempo, no acaba de despegar en su juego y el tiempo se le puede estar acabando. En una de sus primeras acciones le robaron el balón limpiamente cuando se disponía a machacar. A partir de ahí, todo fueron dudas para él y se le vio por momentos superado por la situación. Un hecho que debe corregir si quiere gozar de protagonismo. Como quiera que fuese, el Madrid seguía sin abrir hueco en el marcador. Al descanso, mínima ventaja (35-33). Tocaba aplicarse en defensa. Antes, Felipe Reyes, que cumplía 300 partidos en ACB, ya había demostrado que también sabe tirar desde media distancia. Además, muestra de confianza del técnico blanco hacia el joven N’guema, al hacerle disputar el último minuto del segundo cuarto con el partido totalmente abierto.

Tercer cuarto determinante

El mérito del Etosa es innegable. Su presupuesto limitado no le ha impedido hacer muy buenos papeles en la ACB, que le han valido participaciones en Play Off, Copa del Rey y ULEB Cup. Con veteranos jugadores que llevan juntos algunos años- Angulo, Berni Hernández y los Lewis- el Etosa tiene una base sólida completada con el despertar del bosnio Bruno Sundov y la veteranía de Sonko. Pero no nos engañemos, la del Alicante es una plantilla metida en años, con una media que roza la treintena y con pilares básicos como Lucio Angulo, Larry Lewis o el propio Sonko que la sobrepasan ostensiblemente. Y esa realidad se puede convertir en un momento dado en una pesadilla. Algo parecido ocurrió en Vistalegre. Con el marcador muy ajustado, el Madrid se empleó a fondo en defensa y eso fue demasiado para un Etosa que había plantado cara a los merengues de manera formidable. El parcial de 15-0 fue definitivo para los alicantinos; desfondados, supieron entonces que el partido había terminado. El Madrid será cabeza de serie en la Copa del Rey

Joan Plaza reconocía que “al final la defensa nos ha dado ese plus que nos faltaba para ganar el partido“. No siempre se puede jugar bien y en esta ocasión el Real Madrid tuvo que trabajar mucho para permanecer invicto en la ACB “Cuando ganas un partido con un 17 por ciento de acierto en triples quiere decir que somos un equipo estable gracias a nuestra perseverancia. En partidos malos como este se demuestra que somos también sobrios“. Perfecto análisis del maestro plaza.

El último cuarto sirvió para que Angulo- leve roce con Reyes- mejorase sus números y para que Sundov nos volviese a demostrar que además de unos excelentes movimientos, tiene una buena muñeca más allá del 6,25.

Al finalizar el encuentro emotiva despedida a un jugador que lo dio todo en sus dos años en Madrid. Sonko se retiró entre una cálida y merecida ovación de una afición blanca totalmente entregada a su equipo. Motivos no le faltan. No siempre tu equipo es líder invicto en la ACB. Próxima estación Girona, plaza donde hace dos años el equipo blanco perdió su imbatibilidad en liga. ¿Se repetirá la historia?

FICHA TÉCNICA:
77 – Real Madrid (15+20+20+22): Tunceri (2), Bullock (11), Tomas (6), Hervelle (8), Varda (4) -cinco inicial-, Reyes (16), Mumbrú (12), López (3), Hernández Sonseca (3), N’guema (-) y Smith (12).
58 – Etosa Alicante (21+13+10+14): Sonko (7), Angulo (15), Quincy Lewis (6), Larry Lewis (7), Sundov (15) -cinco inicial-, Hernández (3), Kornegay (3), Weigand (2), García (-) y Vasic (-).
Árbitros: Amorós, Requena y Jiménez. Sin eliminados.
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimotercera jornada de la primera fase de la Liga ACB 2006-07 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 8.200 espectadores.