El Real Madrid perdió por primera vez esta temporada. Además lo hizo ante su público del WiZink Center. Pese a entrar en el partido con una defensa intensa -solo Pustovyi y Kramer eran capaces de anotar para Gran Canaria- y un ataque que se nutría de la penetración y el pase a las esquinas liberadas, los blancos perdieron el control del encuentro paulatinamente.

Pasados los diez primeros minutos, esa fluidez se fue perdiendo. Porfi Fisac y sus jugadores ajustaron a tiempo para cortar líneas de pase, ahogar al rival y puntear en las ocasiones que fueran necesarias.

De esta manera el Madrid continuó con lo que viene siendo habitual esta temporada: inconsistencia desde la línea de tres puntos. El porcentaje de 31% no fue lo suficientemente bueno. Solo Abalde llegó al 50%, con tres aciertos en seis tiros, mientras que compañeros suyos como Rudy (1 en 5 tiros), Yabusele (2 de 5) o Alocén (1 de 4) no conseguían contribuir desde la larga distancia. Este hecho quedó refrendado cuando el base maño falló un triple completamente liberado en los últimos instantes y que hubiese podido facilitar la potencial remontada final.

Pese a todas las estadísticas negativas, en otras ocasiones el Real Madrid había superado la falta de acierto con un juego preciso y más certero cercano al aro. Contra Gran Canaria, los blancos registraron 17 pérdidas. Pese a que su rival no estuvo muy lejos, con quince, la circulación de balón se convirtió en un hándicap más para recuperar una desventaja que llegó a ser de diez puntos.

De esta manera, el único base que pisó el parqué por parte del Madrid y acabó con valoración positiva fue Núñez (1). Thomas Heurtel firmó un -1 por el -2 de Carlos Alocén. En el caso del jugador ex de Barça y Baskonia entre otros, el más menos tampoco fue positivo, bajando hasta el -16.

El Real Madrid ahora afronta una semana complicada. Primero tendrá que visitar Rusia para una doble cita exigente de Euroliga contra Zenit y Unics. Posteriormente, el calendario tampoco se relaja puesto que en el fin de semana tampoco jugará en la capital de España, sino en el Buesa Arena de Vitoria contra Baskonia.