Malcom Delaney, hasta ahora base del Barça, es oficialmente un agente libre. El club blaugrana ha anunciado que se ha extinguido el contrato que unía a ambas partes esta misma mañana, justo después de que el equipo haya vuelto al trabajo bajo las órdenes de Svetislav Pešić.

El jugador norteamericano sigue en Estados Unidos y, por tanto, no ha podido reincorporarse a la disciplina del club y realizarse los test obligatorios de COVID-19 cuando, además, comienza la obligatoriedad para que todo viajero con destino a España tenga que guardar cuarentena de, al menos, 14 días.

Delaney, además, se había mostrado contrario a terminar la temporada en verano, como expresó en sus redes sociales, y su contrato terminaba el próximo 30 de junio, una de las razones que han podido llevar a esta rescisión que, como ha precisado el jugador, se realiza de mutuo acuerdo. Además, ha sido rotundo con respecto a la posibilidad de volver a la disciplina culé la próxima temporada: “no”.

El base había viajado a casa tras pasar la primera semana de confinamiento en España para seguir entrenándose por su cuenta y ya había insinuado en sus redes sociales que su vuelta a la Liga Endesa era complicada. Delaney deja una magnífica temporada inconclusa con 10,3 puntos por partido, 3,6 asistencias y un porcentaje de triple de casi el 39%, siendo además el único base puro del equipo ante la plaga de lesiones y liderando a los suyos en varios partidos, con un rendimiento aún mejor en Euroliga.

Así las cosas, el Barça vuelve a tener a un único base en la plantilla, Thomas Heurtel, que debería estar listo para la vuelta a la competición, pero que apenas ha podido jugar esta temporada y llega arrastrando varias lesiones, por lo que Adam Hanga tendrá que volver a echar una mano en la dirección de juego, toda vez que Kevin Pangos no ha aparecido en esta temporada con una lesión de larga duración y, de pode volver a los entrenamientos, habría que evaluar su forma física.