La llegada de Marco Crespi al banquillo sevillano ya se ha cobrado la primera víctima, Iván Corrales.
El carismático base formado en las categorías inferiores del Joventut y que llegó al equipo sevillano de la mano del actual seleccionador nacional, Javier Imbroda, ha causado baja para la próxima temporada.
El base no entraba en los planes del entrenador italiano que decidió prescindir de sus servicios a pesar de tener contrato en vigor, hecho que le costará una buena suma de dinero al equipo sevillano.
Por su parte el jugador se mostraba algo molesto con la decisión sobre todo por tener que abandonar el club después de la pésima temporada que realizó el equipo a pesar de su presupesto y potencial.
Todo parece indicar que el nuevo técnico italiano está dispuesto a iniciar una nueva etapa en el Alcaja con una renovación profunda de la plantilla.