La marcha de Bennett parecía haber dejado un hueco importante en la dirección del juego de Cajasol. Con Pecile como líder indiscutible- lo volvió a demostrar en Vistalegre- el conjunto sevillano necesitaba un base para poder rotar con el italiano. Era la oportunidad de Pedro Rivero. Con sólo tres partidos ACB a sus espaldas, en los que apenas aportó nada a los suyos, el pasado domingo se le presentaba la ocasión de demostrar que era válido para la mejor liga de Europa. Y vaya si lo hizo, en un escenario dificilísimo y en uno de los mejores partidos del Cajasol en los últimos años. Dirigió con solvencia y manejó bien el partido con esa capacidad que le ha hecho ser uno de los mejores bases de la LEB en los últimos años. En 27 minutos, prórroga incluida, anotó 13 puntos, algunos de ellos determinantes y repartió 5 asistencias. Su punto negro, las 6 pérdidas que, sin embargo, no empañaron una buena actuación del segoviano.
Manel Comas había pedido antes del partido un lavado de cara a sus hombres y Rivero, Pecile, Carter y compañía respondieron con un espectacular triunfo , que les carga de moral de cara a los próximos compromisos.
El Cajasol rastrea el mercado para incorporar a otro director de juego que acompañe a Rivero y Pecile, mucho más anotador que su compañero, con el objetivo de conformar una tripleta de bases de garantía para los retos que esperan a la vuelta de la esquina tanto en la ACB como en competición europea. De momento, Pedro Rivero ha respondido.