El Caja San Fernando precisa mañana, 20:30 en el Palacio de Deportes de San Pablo y ante el Caprabo Lleida, una victoria que mantenga sus opciones de meterse entre los ocho primeros que luchen por el título al final de la fase regular, un objetivo que sigue estando a tres victorias de distancia pese a la derrota en Badalona. La evidencia del cambio en la línea de juego registrado desde la Copa del Rey en Vitoria, y consolidado en los dos últimos encuentros, invita a pensar que el bloque de Marco Crespi está capacitado para protagonizar una remontada similar a la que realizara en la primera vuelta después de un desalentador inicio. Tanto el técnico italiano como la plantilla no quieren echar cuentas y sólo piensan en lograr victorias como la de Unicaja Málaga que allanen un complicado terreno, aún más abrupto por el horizonte de un durísimo calendario. Precisamente el rival más inminente llega a Sevilla en plena racha, pues ha rozado el pleno en el mes de marzo imponiéndose en los tres últimos partidos disputados, ante Estudiantes, Granada y Girona. Ello ha disparado las expectativas del conjunto de Edu Torres, que ha vuelto a situarse en plena disposición de meterse en la lucha por el play off, algo especialmente meritorio en un equipo recién ascendido y fundado hace sólo cinco años. El Lleida se ha situado ahora noveno a una sola victoria del Fórum, octavo, y se presenta en San Pablo con el ánimo de seguir en esa pelea. Por tal empresa lucharán tres viejos conocidos de la afición cajista, uno de la época de Maldonado e Imbroda, Manel Bosch, y dos más recientes, Nacho Romero y Berni Tamames, este último incluso integrante de la plantilla del Caja al principio de la temporada. Los tres aportan veteranía y experiencia a un conjunto bastante compensando en el que destaca una potente pareja de americanos formada por Ruffin y Bramlett, la calidad del alero portugués Sergio Ramos y del escolta Roger Grimau, y el siempre imprevisible Lucas Victoriano. Marco Crespi cuenta con toda su plantilla a excepción de Peter Guarasci, que ya ha vuelto de Canadá y lleva dos días entrenándose con la plantilla, aunque a su ritmo mientras certifica que las molestias que siente en su rodilla operada desaparecen. Víctor Pérez, escolta del equipo EBA, vuelve a la convocatoria y lucirá el dorsal quince que de momento no utiliza el pívot italo-canadiense.

MARCO CRESPI: “HAY QUE INTENTAR GANAR EL MÁXIMO NÚMERO DE PARTIDOS POSIBLE Y LUEGO MIRAR LA TABLA”
Marco Crespi, técnico del Caja San Fernando, ha manifestado que “faltan todavía ocho partidos para acabar la fase regular y venimos de jugar casi nuestro mejor partido de la temporada. Hay que intentar ganar el máximo número de partidos posible y luego mirar la tabla. Viendo también los entrenamientos de esta semana se ve que la nueva actitud de los jugadores no son sólo palabras. Es un sentimiento común”. “Si hubiéramos ganado en Badalona hubiera sido nuestro mejor encuentro sin duda y por eso contra el Lleida debemos jugar el mejor partido, que para nosotros es ganar. Ante el Joventut estuvimos en una forma perfecta, mostramos confianza técnica y táctica, y sólo perdimos porque no tuvimos instinto asesino en algunos momentos puntuales, como en el segundo cuarto, en el que perdimos nuestra ventaja después de haber jugado fantástico, y en los minutos finales del partido”, añadió el técnico italiano, quien considera que el equipo ha experimentado un sensible cambio, cuyo punto de inflexión se produjo en la Copa celebrada en Vitoria: “Creo que ya en Vitoria se vio el cambio en el juego. Hemos olvidado nuestros meses fatales en lo que respecta a calidad de juego y energía para desarrollarlo. En los ojos de los jugadores se ve que disfrutan en la cancha y antes no se notaba esa sensación. Eso ha vuelto”. Crespi solicita además a los suyos un autoanálisis sobre los fallos cometidos en el último encuentro, principalmente para sobreponerse a un final como el vivido en Badalona: “Un final de partido así afecta, pero cada uno debe ser muy crítico y espero que si no lo ha sido públicamente lo haya hecho en privado, porque está claro que algún fallo individual costó muy caro”. Respecto al rival de mañana, el preparador cajista ha apuntado que “el Lleida tiene la ilusión cercana de estar entre los primeros. Llegan con la moral muy alta y eso es positivo para ellos. Tienen un equipo nuevo respecto al del año pasado, con un buen bloque. Lo que ocurrió este verano allí, construyendo un nuevo pabellón en tres meses, es lo que mejor explica el ambiente que vive este equipo”. “Juegan bien. Debemos intentar no dejarles salir al contragolpe, porque sus exteriores y algún interior son muy rápidos. Además, Romero es muy peligros en los triples. Si los dejamos correr, tienen muchos recursos”, añadió.