Valencia Basket está siendo el equipo de moda tanto en ACB como en Europa en lo que llevamos de temporada. En este primer tercio de competición, entre ACB y Eurocup, Valencia Basket todavía no conoce la derrota. Un total de 24 partidos disputados que siempre han acabado en victoria. El equipo comandado por Pedro Martínez ha escrito nuevas páginas en su historia después de superar el 20-0 del Pamesa Valencia de la temporada 1999/2000 y también el 13-0 inicial también del conjunto entrenado por aquel entonces Miki Vukovic.

Y todo ello con un bloque muy nuevo con respecto al de la campaña pasada: entrenador nuevo y hasta siete fichajes en una plantilla de 13 jugadores hecha para ganar la Eurocup y así volver a la Euroliga. Pese a los múltiples cambios, el proyecto taronja ha comenzado de la mejor manera posible cerrando el 2015 y comenzando el nuevo año como invicto y en 'Solobasket' repasamos los principales ingredientes de esta receta con sabor a victoria.

COMUNICACIÓN ENTRE LA DIRECCIÓN DEPORTIVA Y EL BANQUILLO

Si algo pesó la temporada pasada fue el poco acierto en los fichajes. Con la salida de Toni Muedra de la dirección deportiva, la responsabilidad cayó en Chechu Mulero. El eterno segundo entrenador cambiaba el banquillo por el despacho y se ponía manos a la obra, pero no hubo la esperada compenetración entre Velimir Perasovic y el nuevo director deportivo. El eterno debate en la Fonteta era que si éste fichaje era del entrenador, que si éste era de Mulero… Y al final, solo se salvaron los destellos de Luke Harangody dejando al lado a Guillem Vives, sin duda el mayor acierto taronja. De hecho, Dwight Buycks salió por la puerta de atrás justo antes de medirse a Laboral Kutxa en Euroliga y Kresimir Loncar nunca llegó a ser importante en la pintura. El resultado, equipo eliminado a las primeras de cambio en Euroliga, apeado en cuartos de la Eurocup y Velimir Perasovic, despedido a mitad de temporada.

Pero dicen que de los errores se aprende y este verano, la comunicación entre Chechu Mulero y entre Pedro Martínez ha sido constante en los fichajes. Sin ir más lejos, el propio Mulero ha reconocido que ningún jugador ha sido incorporado sin la opinión del entrenador. Y además, el propio Pedro Martínez destacaba en su presentación que tuvo toda la libertad del mundo para pedir las salidas de Kresimir Loncar y de Pablo Aguilar. Con esa relación positiva entre director deportivo y entrenador, la plantilla está mucho más compensada con respecto a la anterior y todos los fichajes están aportando, algo que no ocurrió la temporada pasada. De hecho, Jon Stefansson llegó para suplir la baja de Antoine Diot y con su trabajo y aportación se ha quedado hasta final de temporada. Otro acierto en los fichajes.

Sin ir más lejos, este bloque taronja ha conseguido que no haya dependencia de un solo jugador. Aunque esté destacando Justin Hamilton, Valencia Basket sabe que puede contar con la aportación de cualquier otro o bien en la pintura o bien en el juego exterior. Así, Valencia Basket ha logrado no echar de menos a un jugador de la talla de Pau Ribas, exprimido la temporada pasada y que salió camino al Barça Lassa.

REPARTO DE ROLES – QUÍMICA DEL EQUIPO

Con una plantilla de 12 jugadores que pronto se convirtió en 13 con la llegada de Jon Stefansson, algo sobre lo que había muchas dudas era sobre el reparto de roles y sobre la posterior aceptación de los jugadores. Hombres en pleno crecimiento y consolidación como Guillem Vives, Vladimir Lucic o Bojan Dubljevic, jugadores recién llegados con un gran cartel como Luke Sikma, Antoine Diot o Justin Hamilton y otros con la experiencia de Rafa Martínez, Fernando San Emeterio o Romain Sato. “¿Quién se va a quedar en el banquillo? ¿Quién va a ser el tercer alero? ¿Quién va a ser el tercer base?”, preguntas que rondaban por la Fuente de San Luis pero que pronto encontraron por un lado su respuesta y por otro su aceptación.

Aprovechando la lesión de Diot, Sam Van Rossom y Guillem Vives eran los bases, Rafa Martínez y el añadido Jon Stefansson eran los escoltas y la primera pareja interior era la formada por Sikma y Hamilton y la segunda, la de Bojan Dubljevic y John Shurna. Dejando a un lado a Jordi Trias, quinto interior en rotación, la única duda era la de los aleros. Parecía que Vladimir Lucic iba a ser el elegido por Pedro Martínez para el quinteto inicial, pero la carrera se la ganó Fernando San Emeterio. Aprovechando su buen nivel físico y su importancia en los primeros partidos, San Emeterio se hizo con el puesto de 3 dejando en el banquillo a Vladimir Lucic y a Romain Sato, que sigue lejos de su mejor nivel.

Con ese reparto de roles y de minutos, el equipo ha ido creciendo y asimilando una idea que permite que todos sean importantes. Mezclando la ACB con la Eurocup, Valencia Basket ha tenido diferentes líderes en casi todas sus victorias. Justin Hamilton, Guillem Vives, Sam Van Rossom, Fernando San Emeterio o Rafa Martínez han tomado la responsabilidad ofensiva en diferentes encuentros y en todos se ha dado el mismo resultado: triunfo.

La temporada ha ido avanzando hasta disputar 24 partidos y el único 'pero' estaba en los aleros. El hecho de que Fernando San Emeterio haya comenzado tan bien parecía haber desconectado a Vladimir Lucic mientras que Sato seguía sin encontrar su buen nivel físico. Pero en los últimos partidos, Lucic ha vuelto a sentirse cómodo en la pista, ha recuperado la confianza en el tiro y sigue siendo una pieza clave en la intensidad defensiva del equipo. Y, por si fuera poco, parece que Sato empieza a olvidar los dolores en su tobillo y ahora, el puesto de 3 no genera ninguna duda. El mejor ejemplo, el partido de este domingo ante Unicaja, donde los tres fueron importantes para conseguir el triunfo número 24.

Y si todo este intercambio de liderazgo y de responsabilidad tiene éxito sobre la pista, en el vestuario parece mejorar. Partido a partido, la buena química del equipo es algo que se deja ver y que queda reflejado de forma clara. Los jugadores destacan el bloque por encima de todo y nadie se siente un peldaño por encima de otro. De hecho, en el entorno de Valencia Basket se habla de que este bloque es el más unido que han tenido en los últimos años por encima, por ejemplo, de aquel Valencia Basket del 20-0.

EXPLOSIÓN DE JUSTIN HAMILTON

Después de la temporada pasada, si algo estaba claro en Valencia Basket era la necesidad de un pívot grande, de esos que intimidan solo con verlos pisar la zona. El perfil que se buscaba era el de un jugador similar a Latavious Williams, aunque el exjugador de Dominion Bilbao Basket fue seducido por el dinero ruso de Unics Kazan. Tras la llegada de Luke Sikma y la continuidad de Bojan Dubljevic, faltaba el center que apuntalara la pintura. Y el elegido, un Justin Hamilton que llegó junto a John Shurna y que destapó el tarro de las dudas.

Hamilton llegaba con el aval de la NBA, pero un aval dubitativo ya que llegaba procedente de unos Minnesota Timberwolves a la deriva y tras no haber encontrado equipo en la propia NBA durante la época estival. Pero Hamilton fue la apuesta de Pedro Martínez y de Chechu Mulero y solo necesitó un partido para borrar todas esas dudas. En el estreno de la temporada 15/16 ante el Real Madrid en el Barclaycard Center, Hamilton terminó con 24 puntos, 6 rebotes y un total de 26 de valoración. Una vez hecha su carta de presentación solo faltaba saber si el norteamericano iba a mantener el nivel. Duda también resulta.

Con 23,2 puntos de valoración de media, Justin Hamilton fue nombrado como MVP del mes de noviembre. Un noviembre en el que Hamilton tuvo su mejor día en Miribilla con 31 puntos, 10 rebotes y 39 de valoración en el duelo de las dos prórrogas ante Dominion Bilbao Basket. El pívot taronja, además de sus buenos datos, ha jugado con molestias en los isquiotibiales debido a los partidos que se perdió Bojan Dubljevic por lesión. Y en lo que llevamos de temporada, Hamilton promedia 15,4 puntos, 5,4 rebotes y 17,9 de valoración por partido siendo uno de los jugadores de moda en la ACB y el referente interior de este Valencia Basket.

Con estos ingredientes y con la única noticia negativa de la lesión de Sam Van Rossom, Valencia Baket solo conoce la victoria en los primeros 24 partidos de la temporada. Todo está siendo positivo en la Fuente de San Luis y, aunque Pedro Martínez siempre avisa de que la derrota va a llegar, parece complicado que PAOK asalte la Fonteta el próximo miércoles en la primera jornada del Last 32 de la Eurocup. El próximo rival en ACB será MoraBanc Andorra, que suma un balance de 7 victorias y 7 derrotas.

¿Podrá alguno de los dos frenar el ritmo de Valencia Basket? El miércoles, turno para PAOK.