Dos filosofías exitosas, dos equipos que parecían condenados a luchar por no eludir el descenso y que están luchando por entrar entre los ocho primeros, el ataque más sorprendente de la liga contra la defensa mejor construida… no estamos acostumbrados a vivir duelos tan intensos a estas alturas de la temporada, pero el Alta Gestión Fuenlabrada – Ricoh Manresa era un partidazo en el que se luchaba por entrar en el playoff, la importancia era vital.
Y se impuso el Ricoh Manresa. Los de Jaume Ponsarnau se mantuvieron fieles a su estilo y desde el segundo cuarto consiguieron imponer el ritmo que más les convenía: ataques largos, juego estático, siempre en cinco contra cinco.
El Alta Gestión Fuenlabrada cayó en la telaraña catalana, no consiguió construir sus ataques rápidos y mortales y se ahogó en la defensa del equipo de Manresa.
La solidez en el rebote fue vital para los de Ponsarnau, ya que lograban terminar todos sus ataques y Fuenlabrada siempre iniciaba las jugadas sacando de fondo, sin tiempo para sorprender a pesar de la velocidad de Valters, Saúl o un apagado Oleson.
De esta manera, Manresa se hizo grande durante el segundo y el tercer cuarto, y el Fuenla no consiguió dar la vuelta al marcador cuando se jugó el todo por el todo en los últimos minutos, con una zona 2-3 que concedía el tiro de tres a los visitantes (son el peor equipo de la liga en este aspecto) y una disposición casi suicida con Sandes como ‘cinco’ y todos los jugadores de perímetro en cancha.
Queda mucha liga y puede pasar de todo, pero el paso dado por Manresa puede ser vital para decidir quien ocupará la octava plaza al final de la temporada.
Además, Josh Asselin realizó un magnífico encuentro demostrando que el tiro exterior que ha desarrollado en los últimos años es el complemento que necesitaba para convertirse en un jugador temible: "Hoy ha sido el jugador clave para nosotros, ha hecho un partidazo y sabemos que tenemos un gran jugador", decía de él su técnico.
El ataque de Manresa supo aprovechar el punto más débil del Fuenla en esta temporada: el juego interior.
Sacando presión
Tras una victoria como la de ayer, Jaume Ponsarnau aprovechó para mandar un mensaje y aclarar cuáles son los objetivos reales del Ricoh Manresa.
El primero de ellos, la permanencia, está prácticamente conseguido. Merced al buen trabajo realizado para conseguir este, el equipo se ha encontrado en situación de luchar por un segundo obetivo, que en palabras del técnico: "No es alcanzar el playoff, sino hacer todo lo posible por clasificarse para el playoff".
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