El Real Madrid afrontaba en la mañana de hoy su segundo derbi en menos de tres días. Los de Plaza, tras su victoria frente al Estudiantes el jueves pasado, volvieron a jugar como un conjunto y gracias a ello, se llevaron la victoria.
A estas alturas no vamos a descubrir nada nuevo si hablamos de la clase de Bullock, la velocidad de Raül López o la contundencia de Mumbrú. Sin embargo, algo ha cambiado con respecto a la campaña pasada. Y no me refiero al concurso de Pelekanos o Papadopoulos, de los que hablaremos más adelante, sino de un joven base que está empezando a encandilar a la afición blanca. Sí, lo han adivinado, hablo de Sergi Llull.
Algo muy diferente ocurre con los que, hasta la fecha, han sido las únicos fichajes del actual campeón de la ACB para reeditar su título. Pelekanos y Papadopoulos no están respondiendo a las expectativas creadas. No obstante, hay que matizar. Mientras que al alero no le sale absolutamente nada en ataque y en defensa apenas ha demostrado sus cualidades, el pivot sí aporta algo, pero se antoja escaso para un center que dicen debe dominar el baloncesto europeo. El problema de Papadopoulos quizá esté en su dificultad para jugar de cara al aro y en el hecho de que en las últimas jornadas ha estado desasistido, debido a las lesiones de Hamilton y Reyes. Es posible que con ambos de nuevo recuperados, el juego del griego gane enteros.
Junto a él, el veterano Paraíso realizó un buen encuentro, lo que sirivó a los visitantes para estar con posibilidades hasta los últimos instantes. Pero el Madrid tuvo algo más de acierto y se llevó, una vez más, un interesante derbi. El resultado final refleja lo ajustado del choque: 74 a 69.