
Catalán, 31 años y hecho un toro. Los años parecen no pasar para algunos, o de hacerlo, pasan para mejorar lo presente, como ocurre con el buen vino. Con Sergi Vidal no hay minutos de más que pasen factura, o lesiones capaces de mermar la satisfacción de disfrutar de los logros de una temporada para recordar.
El GBC es equipo de playoffs y la primera vez de los donostiarras ha colmado de ilusión la capital guipuzcoana. En San Sebastián se respira baloncesto con los nervios a flor de piel, pero a un paso de viajar a Valencia para comenzar la gran batalla, los guerreros blanquiazules muestran la misma calma que les ha caracterizado a lo largo de toda la temporada: “Ha costado mucho llegar hasta aquí pero a día de hoy estamos en playoffs, estamos quintos y nuestra visión de las cosas sigue siendo la misma, la de seguir disfrutando, la de ser ambiciosos. Este equipo tiene ganas de seguir creciendo; sabemos que es muy complicado pero queremos llegar lejos.”, asegura Sergi.
Los donostiarras se han convertido en la sensación de este curso en la Liga Endesa, “No sé cuantos números se han superado este año en cuanto a historia del club; la copa del rey, el récord de victorias, el playoff… yo creo que seremos más conscientes de ello cuando pase un tiempo y nos paremos a pensar en lo difícil que es para un club como este conseguir todos esos premios.” Vidal habla de premios colectivos, como todo buen jugador de equipo, pero si nos centramos en los individuales, el alero ha protagonizado una campaña de las que suben la temperatura corporal. “La inclusión en el quinteto ideal, el premio actitud azul… es algo que ahora mismo intento mantener un poco al margen. Por supuesto que me hace una ilusión terrible el poder verme entre todos estos grandes jugadores, pero sé que es algo a lo que tengo que dar la importancia justa en este momento. En verano, cuando haya acabado la temporada y sea el momento de reflexionar, le daré realmente el valor que todo esto merece, pero ahora mismo intento no pensarlo demasiado.“
Resulta evidente que el temporadón del catalán no ha pasado inadvertido para nadie, y el grito de <<Sergi quédate>> es la respuesta de una afición que intenta enganchar a sus soldados aunque sea inevitable que otros clubes intenten coquetear con ellos. “A día de hoy no tengo ninguna oferta. Te puedo decir que estoy feliz no, lo siguiente aquí en Donosti. Tenemos un grupo increíble aquí y hemos tenido un año fenomenal. La sensación de haber conseguido que en Gipuzkoa la gente se vuelva a enganchar al basket es impresionante; sentir como la afición se ha ido volcando con el equipo, cómo han ido viviendo lo que hemos logrado transmitir, es algo que ahora mismo me hace muy feliz. Estoy encantado en San Sebastián, pero no sé qué es lo que puede pasar este verano.”
El teléfono del alero estará al rojo vivo en cuanto termine la temporada, pero las experiencias pasadas cuentan mucho para Sergi, y asegura tener que sopesar muchos factores antes de tomar una decisión: “A nivel competitivo me planteo el tema de si se va a jugar Europa o no. Me considero un jugador ambicioso, quiero seguir haciendo grandes cosas en el baloncesto y poder disfrutar al máximo nivel, pero por supuesto, mi propia experiencia me hace valorar el hecho de si merece la pena marcharte a un equipo que pueda jugar una gran competición europea para tener que mirar el partido desde la banda; tengo claro que eso no me compensa."
Antes de firmar nuevos papeles o hacer o deshacer maletas, las prioridades de Sergi tienen un clarísimo color taronja: “Nuestro objetivo ahora mismo es ganar a Valencia. No pretendo que pequemos de prepotentes pero creo que cualquier deportista que se precie tiene que desear siempre el máximo, no conformarse. Lo único en lo que puedo pensar ahora es en seguir mejorando y pasar de ronda.“ Si alguno pensaba que los minutos extra le pasarían factura en la postemporada, es que no conoce al catalán: “Llego muy bien. Estos días de parón me han dado mucho descanso y a pesar de todos los minutos que he tenido que jugar durante la temporada regular, me he sentido bien durante todo el año, no he tenido grandes bajones y he conseguido mantener una muy buena línea. En cualquier caso, aunque llegase en las peores condiciones, la fuerza y la motivación que te da el playoff es más que suficiente para olvidarte de cualquier factor externo.”
Sea como fuere, hasta un animal como él necesita algo de relajación para recargar pilas y seguir con energía la próxima campaña. El verano está a la vuelta de la esquina pero Sergi no planea desconectar mucho del baloncesto: “Cuando acabe la temporada descansaré un poco, quizá me marche algunos días a algún sitio… pero después, por tercer año consecutivo organizaré mi campus de baloncesto VIDIMIRI, en la Nucía, con Albert Miralles. La verdad es que cada año lo estamos disfrutando más y es una gozada poder pasar esos días con los niños. Después de eso, me pondré a currar para la temporada que viene.“
Hablando del verano, es inevitable sacar un tema que resuena, desde hace meses, en la cabeza de todo el mundo, ¿le veremos en los JJ.OO.?. “A principio de temporada, cuando sólo llevábamos cuatro o cinco partidos y más o menos estaba haciendo buenos números, alguien me preguntó sobre esto y me quedé mirándolo como diciendo <<¿qué tontería estás diciendo?>>, pero han ido pasando las jornadas y he logrado mantener una buena regularidad y unos buenos números en un equipo que ha crecido muchísimo, así que creo, que a día de hoy es inevitable pensar en ello. Para mi sería una enorme ilusión poder estar en esa lista, sería el colofón máximo para esta temporada.”. Temporada redonda a la que sólo falta colocar el broche de oro.