Esta temporada Unicaja de Málaga consiguió llevarse el gato al agua y se hizo con los fichajes del verano: Zan Tabak y, sobretodo, el deseado Jorge Garbajosa. La segunda edición de la era Sergio Scariolo golpeaba los viejos cimientos en el planteamiento de juego basado en un potente juego exterior por un mayor equilibrio, éste capitaneado por poderío físico en la pintura: los centímetros y gratitud de Tabak conjugados con la astucia y calidad de Garbajosa. Pero los aficionados de Málaga tendrán que esperar un tiempo para poder ver puesta en acción esta nueva filosofía de juego.
Zan Tabak empezó con muy mal pie la pretemporada, o mejor dicho, con muy mala espalda. Desde Septiembre viene sufriendo una lumbociática, dolencia que no sólo le ha apartado de la cancha, si no que también ha afectado a su vida personal. El jugador simplemente se quejaba de que estar sentado le provocaba dolor.
Los servicios médicos del club han estado infiltrándole y tratado de acelerar su recuperación, pero después de un mes con sólo una pequeña mejoría, se decidió contratar al pívot lituano Gintaras Einikis por un mes, con posibilidad de ampliación a otro mes más. De esta manera, Zan Tabak podrá tener una rehabilitación más calmada y efectiva. De momento, Tabak ya puede realizar tiros en estático y muy pronto podría empezar a realizar carrera suave, para ir incorporándose poco a poco a los entrenamientos.
En el caso de Garbajosa todo empezó por una sobrecarga muscular de los isquiotibiales que no le apartó de la cancha, aunque sí que le molestaba lo suficiente como para afectar a su rendimiento. Eso sí, la casta del jugador hacía que, aún estando mermado, fuese uno de los jugadores a destacar en cada partido. Pero el cuerpo humano tiene sus limitaciones, así que como consecuencia de esta lesión, Garbajosa ha ido cargando su peso de forma incorrecta en la pierna izquierda y ahora sufre una tendinitis del tendón delgado plantar con peritendinitis del tendón de Aquiles izquierdo. Esta lesión le puede mantener apartado de las canchas una semana, aunque todo dependerá de la desaparición de la inflamación de la zona. El cuerpo médico, muy consciente de la situación de Unicaja en la tabla, no se anda con chiquitas y le han mandado a una clínica de Madrid para someterse a un tratamiento que acelerará la recuperación. De momento sigue sin entrenar y aún no se sabe si jugará frente al Bilbao el próximo miércoles. Pero las posibilidades de que salte a la cancha se van complicando porque ha amanecido con unas décimas de fiebre. En el seno del Club, visto lo visto, ya se espera lo peor: gripe en el vestuario.