El TAU Cerámica enmendó sus errores del viernes, y salió fuerte al partido, a excepción de los primeros compases, para llevarse su tercera Supercopa consecutiva, en la cancha de su vecino y rival del Iurbentia Bilbao Basket. Los vitorianos jugaron una defensa fuerte, con variantes, como le gusta a Spahija, un auténtico maestro en estos menesteres, y jugando rápido en ataque, basándose en el talento que tienen sus jugadores. Rakocevic, por ejemplo, llegó calentito del concurso de triples, y empezó a anotar desde fuera, como un poseso.

Pero él no era el único enchufado en el partido, sino que fue secundado por un gran Simas Jasaitis, muy intenso en defensa, acertado en el tiro, y atacando con fuerza y rapidez desde fuera el rebote ofensivo, un gran Pablo Prigioni, gran campeonato el suyo en dirección, liderazgo y en ataque, y del MVP Tiago Splitter que consiguió su segundo título como mejor jugador de la Supercopa.

El equipo bilbaíno volvió a jugar a rachas, y intercambió momentos malos, con momentos en los que se ve un proyecto de equipo muy interesante, sobre todo con un Marcelinho, muy inspirado y en gran forma en la Supercopa. Aún así, el equipo de Bilbao nunca dio demasiados quebraderos al Baskonia, que finalmente sentenció el partido en el último cuarto con posesiones largas, e individualidades. Vidorreta considera clave el comienzo en el que “nos han sacado del partido con sus cambios defensivos. Esto nos ha hecho caer en precipitación y desfallecimiento mental. Eso les ha permitido sumar canastas muy fáciles”.

Lo malo del partido fue el gafe de los concursos, ya que dos jugadores participantes en los concursos del Showtime, resultaron lesionados, Luke Recker cayó por problemas en el tobillo nada más comenzar el partido mientras que James Singleton se lesionó de la rodilla en la segunda parte tras una mala caída.

Al final, victoria merecida para los gasteiztarras, y felicitación de Spahija a la organización que “fue perfecta y felicito a la gente de Bilbao y espero que todo les vaya bien en el futuro”.