“Boise fue mi mejor versión, pero me quedó la espina del March Madness”
Álvaro, en tu último año en Boise State lideraste la conferencia Mountain West en asistencias y fuiste incluido en el segundo equipo All-MW. ¿Qué sensaciones te dejó esa temporada y cómo valoras tu evolución?
Bueno, fue una buena sensación por fin tener ese tipo de reconocimiento, porque me da la sensación de que en años anteriores también lo podría haber tenido. Pero quizás, como no tuvimos tanto éxito como equipo, esos reconocimientos no llegaron. Aun así, los premios individuales dan un poco igual; lo más importante siempre es el rendimiento colectivo.
Estoy contento en cierta parte de cómo fue la temporada en Boise. Recuperé muchas cosas de mi juego y creo que jugué a un alto nivel. Pero me quedo con la espinita de no haber podido entrar al torneo de March Madness. Perdimos la final y nos quedamos fuera. En el Selection Show fuimos uno de los primeros equipos descartados. Eso no se me va a olvidar nunca, era uno de mis sueños. Pero en general, las sensaciones han sido muy positivas este año.
Hiciste historia con Boise: 256 asistencias en una temporada, top 5 en toda la NCAA. ¿Qué momentos o jugadas recuerdas como definitorios de tu estilo como base?
No sabría decirte una jugada en concreto. Me viene a la cabeza la semifinal contra Nuevo México, donde repartí 12 asistencias. Ese partido resume bien mi rol: generar juego y anotar cuando fuese necesario. Además, tuve la suerte de contar con un entrenador que me permitió ser yo mismo, jugar con creatividad y equivocarme sin que me estuviera gritando. Eso me ayudó mucho.
“Pasar de San José a Boise fue como cambiar de planeta”
Pasaste de ser capitán en San José State a pieza clave en Boise. ¿Cómo viviste esa transición?
Fue un cambio enorme. Pasé de un programa con pocos recursos y sin grandes aspiraciones, a uno con historia y acostumbrado a competir por estar en el torneo. Desde el primer momento, los entrenadores sabían lo que querían de mí. Me habían visto jugar durante tres años y me dieron las riendas del equipo. Los compañeros también lo aceptaron bien. Pude vivir la experiencia universitaria con partidos a tope de público y un nivel competitivo altísimo.
“Valencia Basket apostó por mí a largo plazo y eso lo valoro muchísimo”
Valencia Basket te ha firmado hasta 2027 como apuesta de futuro. ¿Cómo fue tu llegada al club? ¿Qué te transmitieron?
Desde el principio me transmitieron mucha confianza. Fue una apuesta que sorprendió a muchos, pero como tú dices, es una apuesta a medio y largo plazo. Vieron algo en mí en lo que creen. Las conversaciones empezaron entre mi agente y el director deportivo, y fueron avanzando hasta que llegó la oferta formal. Estoy súper contento de que un club de Euroliga confíe así en mí, viniendo directamente de la liga universitaria. No es lo más común.
“Grecia es el lugar perfecto para crecer como base titular”
¿Qué te atrajo de jugar cedido en el Peristeri griego? ¿Qué esperas de esa experiencia?
Era una oportunidad difícil de rechazar. El entrenador confía en mí como base titular, y la Liga Griega es una competición potente en Europa, con rivales como Panathinaikos u Olympiacos. Lo más importante era encontrar un sitio donde jugar muchos minutos y seguir desarrollándome. Además, es una forma de ir recuperando el ritmo del juego europeo. Valencia estuvo muy de acuerdo. De las opciones que teníamos, creemos que esta es la mejor para mi futuro.
“El estilo europeo me exige otra vez… pero estoy listo”
Después de formarte en Granada, jugar en Estados Unidos y ahora irte a Grecia, ¿cómo te has adaptado a estilos tan diferentes de juego?
El paso de Europa a Estados Unidos fue duro: jugadores más atléticos, fuertes y rápidos. Tácticamente, la NCAA está a un nivel más bajo, y eso me permitió destacar en ese sentido. Ahora tocará adaptarse de nuevo, al estilo europeo: más rápido, más táctico. Pero confío en que no tendré problemas.
“Durante la temporada elimino Twitter: hay que protegerse del ruido”
En una época dominada por redes sociales, ¿cómo te proteges tú del ruido mediático?
Tengo redes, pero por ejemplo Twitter lo desinstalo durante la temporada. Puede ser un sitio muy tóxico. Prefiero centrarme en la gente que está en mi día a día y me conoce de verdad. Intento reducir mucho el uso de redes cuando estoy compitiendo.
“Jugar con España es una experiencia que te cambia”
Fuiste convocado con la Selección Española Sub-22 y estás también en la Selección B. ¿Qué aprendiste de esas experiencias?
Fue una experiencia increíble. Aunque fuese un torneo amistoso, representar a tu país siempre es brutal. Estaba muy agradecido. Al principio me costó adaptarme al juego europeo tras tanto tiempo en NCAA, pero creo que lo hice bien. La Selección B es una gran oportunidad para mostrarme y seguir adaptándome al juego europeo. Estoy agradecido.
“Entrenar con los Clippers fue cumplir un sueño NBA”
Participaste en un workout con los Clippers. ¿Cómo fue esa experiencia?
Inolvidable. Siempre quise vivir algo así. Aunque mi agente apostaba más por Europa, surgió la oportunidad con los Clippers y no dudé. Estar allí con jugadores que también estaban en proceso de draft, entrenar en instalaciones NBA, fue como un sueño. Luego hubo conversaciones sobre Summer League, pero con mi fichaje por Valencia ya no tenía sentido.
¿Te planteaste presentarte al Draft o mantener esa puerta abierta?
Este año era elegible, pero hay que ser realista: el Draft busca perfiles con un potencial físico muy alto. No es mi camino ahora mismo, aunque sí me gustaría vivir esa experiencia algún día. Pero mi presente está en Europa.
¿Ves posible hacer carrera en Euroliga o incluso dar el salto a NBA?
Sí, estoy convencido de que puede pasar en el futuro.
“Dream Big. A veces nos da miedo decir que queremos jugar en la NBA”
¿Tienes algún referente que te haya marcado especialmente?
Sí, Gilbert Abraham, un entrenador que tuve en República Checa. Ahora trabaja en desarrollo de jugadores en los Portland Trail Blazers. Ha sido un mentor importantísimo para mí.
¿Qué frase o consejo se te ha quedado grabado?
“Dream big.” Muchas veces en Europa nos da miedo soñar en grande, decir en voz alta lo que deseamos. Pero si quieres que pase, tienes que visualizarlo primero.
“Sin mi familia no estaría donde estoy. Mi madre lo ha dado todo por mí”
¿Qué papel ha jugado tu familia en este camino?
Todo. Mi madre ha hecho muchos sacrificios, siempre nos ha puesto a mí y a mi hermano por delante. Mi padre, como entrenador profesional, me ha guiado. Y tengo un círculo muy bueno de familia, primos, amigos que me apoyan siempre. Soy muy afortunado.
¿Qué consejo le darías a un niño o niña de Granada que sueña con ser profesional como tú?
Que no deje de soñar. Que nadie les quite esa ilusión. Y que sean constantes, que trabajen incluso en los días que no tienen ganas. También que busquen oportunidades donde confíen en ellos. A veces no estás en el sitio adecuado y eso marca tu camino. Hay que rodearse de gente que te exija y te valore.
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“Me gusta leer, estar al aire libre y hacer mil deportes con mi familia”
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Eres gamer, lector, cinéfilo…?
No soy muy gamer. Me gusta leer bastante: combino novelas con libros para aprender. Me encanta estar al aire libre, hacer excursiones, mil deportes. En verano con mi familia hacemos surf, buceo, fútbol, pádel… lo que sea. Aunque ahora tengo que tener más cuidado, y a veces se van sin mí, ja, ja.
“Mi objetivo es consolidarme en ACB y jugar Euroliga. Y soñar con la NBA”
¿Qué papel esperas tener en Peristeri esta temporada?
Eso dependerá del entrenador y de lo que yo me gane. Con poder ayudar al equipo a ganar, ya estaré feliz.
¿Cuál es tu gran objetivo deportivo para los próximos años?
Consolidarme en ACB, jugar Euroliga de forma estable y, en un futuro más lejano, ojalá la NBA.
“Soy de La Zubia. Y nunca olvidaré que ahí recuperé la ilusión por jugar”
Como granadino, ¿qué valor tiene para ti mirar atrás y ver tus orígenes?
El CB La Zubia fue el club que me devolvió la ilusión por el baloncesto. Gracias a ellos estoy donde estoy. Poder inspirar a los chavales de la cantera es lo más bonito. Hoy mismo vienen varios a entrenar conmigo.
No hizo falta estar en la cantera del Madrid para llegar lejos…
Exactamente. La Zubia demuestra que, cuando las cosas se hacen bien, salen resultados. No se trata solo de ganar partidos, sino de que los jugadores se desarrollen. Hay muchos chavales en la cantera pisando fuerte. Estoy muy orgulloso del club.