La Liga Endesa vuelve a sumirse en su particular Juego de Tronos, y tras un pasado verano en el que los banquillos estuvieron especialmente calientes, este año parece que literalmente están ardiendo en el culo de quien los ocupa. Pocos están escapando a la renovación profunda que está sufriendo la liga, y Txus Vidorreta no ha podido escapar de la quema.

Llegó a la Capital del Turia con la difícil empresa de sustituir a Pedro Martínez tras la consecución de un histórico título liguero, tras haber firmado una excelsa campaña en Tenerife y con el hambre y las ganas de dirigir, por primera vez en su carrera, un proyecto de Euroliga.

Pero el destino parece haberse conjugado para convertir la oportunidad en trampa, y el técnico bilbaíno ha sufrido un auténtico calvario de lesiones en Valencia que le han impedido llevar a cabo su trabajo como está acostumbrado a hacer. Ello sumado a una campaña decepcionante en una Euroliga ultra-competitiva y la caída ante Herbalife Gran Canaria en primera ronda de playoff, han supuesto una rémora demasiado grande. No se han conseguido los objetivos, y Valencia queda apeado de la primera competición continental, por lo que la dirección deportiva encabezada por Chechu Mulero ha decidido poner fin a la relación contractual que les unía con el de Indautxu.

El futuro parece claro para Valencia Basket, que ha apostado por darle la oportunidad a Joan Peñarroya, mientras que el de Txus Vidorreta también parece redirigirse. La llegada de ofertas NBA a la mesa de Sergio Scariolo, ponen en duda su continuidad al frente de la Selección Española, y el mejor colocado para sustituirle es el propio Vidorreta.

La rueda sigue girando, y en el Juego de Tronos, o ganas o mueres.