Unicaja comenzó algo descentrado e intentando demostrar que ellos también saben intimidar al contrario, pero en esas aguas se mueve mucho mejor el DKV Joventut y así llegaron las primeras ventajas para el equipo visitante. Una buena reacción en el segundo cuarto de los malagueños, liderados por un inconmensurable Berni Rodríguez metió al equipo en el encuentro y se llegó al descanso con las espadas en todo lo alto, 43-45.

Scariolo cambió el quinteto inicial de la segunda mitad y esa fue una de las claves del encuentro, pues la mala defensa de Herrmann ante los aleros visitantes era una vía de agua que no ayudaba nada a su equipo. Con Berni en su lugar y un Marcus Brown que ha jugado el mejor partido con la camiseta de los andaluces cuando más se reclamaba su presencia (31 puntos con 38 de valoración) el equipo malagueño endosó un 10-0 que le daba la vuelta al partido. El DKV no se amilanó y logró parar al equipo local, llegando al final del tercer cuarto 63-58.

Pero el equipo local estaba muy concentrado en el partido y en pocos minutos llevaba el miedo al banquillo badalonés con un 77-63 que, si Garbajosa no hubiera fallado un triple, podría haber sido definitivo. Pero no fue así y entonces apareció la figura de un grandísimo Álex Mumbrú, que anotó él solito un 7-0, cambiando el miedo de bando en escasos segundos. El problema para los de Aíto es que Brown estaba en el campo y sus 17/18 desde la línea de personales resultó decisivo para la suerte del encuentro. Aguantó a su equipo con un par de tiros libres y posteriormente clavó un triple que fue la sentencia del partido. Al final 88-75 y algarabía en las gradas locales después de presenciar uno de los partidos más intensos de la temporada.

Al final del encuentro llegó el momento para la polémica. Scariolo se dirigió a Aíto para darle la mano y el entrenador madrileño se la negó, diciéndole que a él no se la daba y estrechando su mano con el entrenador asistente del italiano. Scariolo increpó a Aíto hasta los vestuarios pero ninguno de los dos quiso comentar el asunto en la rueda de prensa, en la que Aíto sólo se quejó de un problema con el reloj y Scariolo dijo que “todo queda en la cancha”.