Vítor Faverani puso fin a su etapa como jugador de Valencia Basket este verano para poner rumbo a la NBA. Boston Celtics será su destino durante los próximos tres años, pero antes de cruzar el charco quiso despedirse de la que ha sido su casa dos temporadas seguidas.

En un acto un tanto descafeinado en la Sala de Prensa de la Fuente de San Luis, Faverani agradeció el apoyo de la afición y la oportunidad que recibió firmando por Valencia Basket: “La motivación más grande que recibí fue de la mano de la afición. No hay palabras. Mi corazón siempre será un poco taronja”.

Con respecto al fichaje por Boston, Faverani confirmó que si no hubiera existido la oferta de la NBA, no habría dejado Valencia: “Como jugador, no podía rechazar una oportunidad como la que me ha llegado. Si no hubiera existido esta posibilidad, está claro que no me habría movido de aquí. Esto no es cambiar de equipo, es cumplir un sueño”. Además, el pívot añadió que si algún día tiene que volver a Europa, le encantaría hacerlo en Valencia Basket.

También tuvo tiempo para despedir al ya exjugador taronja el presidente del club, Vicente Solà, quien recalcó la profesionalidad mostrada por Faverani durante sus dos años en Valencia: “Vítor ha trabajado tanto que, además de ganarse el cariño de la afición, se ha ganado una oportunidad en la mejor liga del mundo”.

Ahora será Juanjo Triguero quien tendrá la difícil papeleta de sustituir a Vítor Faverani, un jugador que, pese a las lesiones, se convirtió en uno de los pívots más fuertes de la Liga Endesa.