El camino hasta llegar a la élite es duro. Ningún jugador ha llegado a la cumbre porque la vida le haya llevado hasta allí, sino porque a través del esfuerzo y de la constancia ha conseguido hacerse un hueco entre los mejores. Podríamos enumerar incontables ejemplos, pero hoy tomaremos un nombre propio: Yankuba Sima (2’11/25 años). El pívot nacido en Girona ha ido progresando en su juego, y el rol, que hace unas temporadas era meramente testimonial, ha cambiado. No es el protagonista, no es el abanderado, no es el capitán, no encabeza ninguna lista. Pero si nos fijamos en el rendimiento por minuto jugado, sin duda Sima es uno de los interiores más productivos de la competición.

El camino es parte del proceso

Todo comenzó entre el Santa Eugènia y el Sant Josep de Girona. Allí Yankuba Sima dio sus primeros pasos; de hecho, tal y como nos explica el propio jugador en declaraciones a Solobasket, en un inicio no pensó en que pudiera llegar al profesionalismo. Solo jugaba para divertirse, para pasárselo bien. Después, vino el interés de la CBA -Canarias Basketball Academy-. Tanto sus condiciones como su presencia no pasaron desapercibidas para el proyecto de formación para jóvenes talentos, y Sima vio una muy buena oportunidad que le abría una puerta hacia un futuro ligado al baloncesto. “Allí me di cuenta de que podía llegar a convertirme en jugador profesional”, nos cuenta. Su nivel de juego dio un salto estando en las islas, y buena prueba de ello fue la convocatoria para la selección española U18: “La mejora se notó muy rápido. Pasé de jugar en preferente en Cataluña a llamarme la Federación Española para disputar un torneo internacional. Rob Orellana es mi mentor, fue la persona que más me ayudó y gracias a él estoy donde estoy”. 

Poco a poco, sin pausa pero sin prisa, se fue labrando un camino. El recorrido hasta asentarse en el BAXI Manresa no fue sencillo, pues tuvo que esforzarse al máximo para tener un hueco en el roster del conjunto catalán tras reforzar los entrenamientos del Río Breogán, allá por 2018. Otros hubieran tirado la toalla; otros hubieran desistido o hubieran probado en otro lugar, en otra liga, en otro país. Pero el center formado en St John’s y Oklahoma State tomó la decisión de seguir, de no cejar en su empeño por llegar a lo más alto. Y lo logró. De los 12 encuentros disputados en la 18-19 con un 47% en tiros de 2 a ser un fijo en la rotación del conjunto de la capital del Bages y acreditar un 68% de efectividad en T2. Si se pudiera escoger un lema para ejemplificar la carrera -hasta ahora- del pívot de origen gambiano sería, sin duda el de “No te rindas”.

tiempo justo; máximo rendimiento

Sin este camino, no se puede entender la figura del interior catalán. En estos últimos años, Pedro Martínez ha sido clave para su progresión paulatina y para su confirmación en la élite del baloncesto español. “Me ayudó mucho en la transición del baloncesto universitario a poder jugar en una liga profesional. Es muy exigente y te obliga a dar el 100%, y eso es muy importante para un jugador”, afirma. Pero, ¿cómo lo está demostrando? Como cada temporada, BAXI Manresa ha tenido que tirar de ingenio y de scouting para hacerse con los servicios de las mejores opciones posibles. Thomasson, “Ciscu”, Moneke, Bako, Valtonen, Maye… Todos ellos llegaron con la intención de darlo todo en la pista y de disputar muchos minutos. Mientras tanto, él, en la sombra. Sin ser un habitual en el cinco inicial, sin acaparar titulares y siempre con una actitud ejemplar ha logrado sacar provecho a cada minuto -literalmente- que ha estado en pista. Sus 8,2 puntos -cuarto máximo anotador del equipo junto con Thomasson- y 4,7 rebotes para 11 de valoración le avalan. Y como ocurre en muchas ocasiones, en este caso tampoco se trata solamente de números.

Estamos, sin duda, ante uno de los jugadores de la Liga Endesa que mejor rinden por cada minuto jugado. En menos de 18 minutos y medio, el pívot de origen africano ha firmado los guarismos antes comentados. Energía, físico, potencia, presencia y contundencia. Todas estas cualidades son las que aporta Yanskuba Sima en los esquemas de un BAXI Manresa que marcha duodécimo en la clasificación con un balance de tres triunfos y tres derrotas. Además, sus virtudes físicas le permiten ser un notable intimidador, más si cabe con Moneke al lado. 

En resumen, podríamos concluir que nada es casualidad. Que todo lo que ha logrado Sima no ha sido fruto del azar, sino más bien del esfuerzo y del trabajo diario. No hay que olvidar que han pasado ya varias temporadas hasta que el interior ha podido asentarse en una de las mejores ligas del mundo. Y no es menos cierto lo que dicen las voces autorizadas: lo difícil no llegar, sino mantenerse. La verdad es que Yankuba Sima lo tiene todo para ir cogiendo más protagonismo, y conociendo su ética y sus valores, a buen seguro que podrá exhibir toda la calidad que atesora.