El Asefa Estudiantes se clasifica para la Copa tras arrollar a un Regal F.C Barcelona en cuadro (88-66)

 Mucho se ha hablado estas últimas semanas de la Navarrodependencia, un mal del que parece adolecer el equipo blaugrana esta temporada. Aunque todos se empeñen en negarlo, sin la figura de la Bomba, el equipo de Xavi Pascual es otro, no tiene alma. Aguantó un solo cuarto en el partido frente a un Estu completamente arrollador.

Y es que los colegiales parecían tocados hoy por una varita mágica. Tras sacudirse los nervios que les atenazaban al principio del choque, se marchaba en el marcador amparado en esa premisa básica tan del Ramiro: Defensa-Rebote-Contraataque. Los locales habían puesto una marcha más al partido que su rival, sin rotaciones, sin resuello y sin espíritu, no conseguían frenar. Los catalanes se limitaban a mirar, atónitos, como su juego ofensivo se estrellaba una y otra vez contra el muro colegial, que tardaba escasos segundos en cruzar la pista y arrollar. Los de Vidorreta se divertían. Los visitantes estaban desesperados,y eso les hacía tomar malas decisiones.

En el tercer cuarto, todo el Palacio de los Deportes soñaba con la gran machada: Ganar por más de 47 puntos y eliminar al Barça. Tan mágico era el juego de los colegiales, tan dominante en la pista, tan arrollador, que era hasta posible. Todos anotaban: English, Kirksay, Clark, Nogueira. El que salía, era para sumarse a la fiesta. Hasta 34 puntos de renta máxima llegaron a tener los madrileños. Hasta que C.J. Wallace decidió salvar la dignidad de los suyos a base de triples, deshinchando un poco la nube colegial. El juego dejó de ser tan eléctrico, la fluidez se transformó en serenidad. Pero golpe a golpe, los del Ramiro amarraron una victoria que les permitía soñar.

Y es que el sueño proseguía más allá del minuto 40. Porque la clasificación copera se jugaba en Badalona, donde todavía quedaban 7 minutos y el Joventut ganaba de 9. El speaker comenzó a narrar el partido a los congregados en el Palacio. Jugadores, aficionados, periodistas, todos juntos seguían el desenlace del partido. Y la fatídica bandeja fallada por Andres Rodríguez que certificaba la victoria de la Penya se recibía con un estruendo ensordecedor: El Estudiantes estaba en la Copa.

El partido, en cinco claves:

• Showtime colegial: Hoy el Estudiantes ha enamorado con su juego alegre. Pero sin duda alguna, el segundo cuarto que ha realizado este equipo merece una mención especial, pues ha sido mágico, espectacular, inenarrable. Acciones de auténtica belleza, baloncesto del que crea afición.Tapones, canastas increíbles, asistencias imposibles, todo era posible para el auténtico Estudiantes: El de “Todos corremos para alante, todos corremos para atrás”
• Mariscal Kirksay: No ha sido el máximo anotador, honor reservado a los 17 puntos de English, ni el máximo reboteador, ni el máximo asistente, ni el más valorado. Pero Tariq Kirksay es el alma de este equipo, ha sido el director de orquesta, el que creía en la victoria por más de 40, el pegamento de este equipo. Es el líder de este equipo y hoy ha vuelto a demostrarlo con un auténtico partidazo (11 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 3 recuperaciones y 2 tapones)
• El Barça, sin juego exterior: Sin Navarro ni Joe Ingles, el Barcelona no ha tenido prácticamente juego exterior. Con Mickael totalmente descentrado y la falta de confianza en Abrines y Rabaseda de su entrenador, los de Pascual han tenido que recurrir demasiado al juego con dos bases, algo que han aprovechado bastante los exteriores colegiales a la hora de hacer las ayudas defensivas.
• Un triunfo coral: Frente a la Navarrodependencia el Estudiantes ha demostrado que tiene un equipo donde todos aportan. Descontando a los jovenes Fran Guerra y Vicedo, cuya participación ha sido testimonial, todos los jugadores han anotado y han cogido al menos un rebote Una auténtica victoria de todo el equipo.
• Los demonios del Barça: Más allá de la ausencia de su estrella, el Barcelona sigue adoleciendo de todos los defectos mostrados hasta la fecha esta temporada, a saber: Escaso acierto en triples (y demasiados lanzamientos de esta clase)y pocas recuperaciones de balón para un equipo teóricamente “defensivo”. Cuando, como hoy, estos factores se añaden a los pocos rebotes capturados el resultado es el que se puede apreciar