Fabian Causeur era el jugador más acertado de los blancos en un inicio muy gris del Joventut (2-10); los de Badalona tan solo pudieron anotar 1 de los 10 primeros tiros de campo, las muñecas estaban encogidas. Ocampo paraba el partido, pero entonces llegaba la precipitación de los catalanes, que querían gustar a un Olímpic donde no había asientos libres. Los jugadores locales estaban ansiosos por anotar, y eso hacía que no pensaran en la defensa, hecho que aprovechó el Madrid para anotar a placer, encestando 11/15 tiros a canasta desde situaciones cómodas para Yusta o Thompkins. Aunque hubiera rotaciones, el Joventut no encontró su juego y terminó el primer cuarto 20 puntos por debajo (6-26).
El orgullo de la Penya lo sacaron el dúo norteamericano formado por Wayns y Richard, que conseguían crearse sus tiros y contrarrestar el buen trabajo de Felipe Reyes (20-35). La defensa de los locales secó al Real Madrid en un segundo cuarto que tan solo anotaron 13 puntos; con Chason Randle en los mandos y un equipo más lento con Maciulis y Taylor, los de Laso se estancaron. Aún así, la diferencia seguía siendo favorable a los blancos, que llegaban a la media parte 13 puntos arriba (26-39) y con tan solo 3 minutos en pista de Luka Doncic.
Con un Jordan recuperado para la causa y Wayns enchufado, la Penya bajaba de los 10 puntos de desventaja (33-41), y es que el Madrid solo encontraba los puntos un Santi Yusta cada vez más maduro. Sin embargo, la tercera falta del pívot jamaicano del Joventut tras un poster de Tavares, volvía a pista un Birgander que era un juguete a manos del caboverdiano; las ayudas al poste bajo hicieron que el Madrid abriera el campo, y con el punto 16 de Yusta, la diferencia se volvía a ensanchar (36-52). Con el partido otra vez roto, Doncic disfrutó repartiendo juego desde el pick and roll, y es que Tavares se colgó 4 veces del aro sin tener que jugar ningún uno por uno; con tan solo el último cuarto por disputar, el resultado era de 43-68.
En un último cuarto ideal para foguearse, Laso hizo coincidir en pista a Randle, Radoncic y dio descanso a Tavares, dejando a Thompkins en la posición de 5. Albert Ventura y Sergi Vidal quisieron sacar el orgullo de su equipo, y Kulvietis conseguía encadenar un par de canastas consecutivas, pero se llegaba a un intercambio de golpes con un acertado Rudy Fernández. En los últimos minutos, Jordan y Wayns aprovecharon para mejorar sus guarismos, con el base norteamericano llegando a los 22 puntos en su casillero particular; con la mejoría de estos dos jugadores, el Joventut terminó el partido con una diferencia de menos de 20 puntos, pero la diferencia fue abismal durante los 40 minutos de partido (66-84).