¡¡Miami es campeón de la NBA!! Los Heat conocieron la gloria por segunda vez en su historia tras cerrar las Finales (4-1) abusando de los Thunder (121-106), desdibujados e impotentes ante el festival ofensivo de un equipo que ha ido creciendo durante estos Playoffs hasta ofrecer su mejor versión el día que podían conquistar el título.

LeBron James fue elegido MVP de las Finales, tras completar una serie sensacional y rubricar una temporada de escándalo con un triple-doble (26 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes). Los jóvenes Thunder tendrán el próximo curso otra oportunidad de alcanzar el campeonato, aunque para ello deberán ir madurando detalles, sobre todo colectivamente, su gran déficit en las Finales.

Miami ha conseguido su objetivo en la segunda temporada del famoso ‘Big Three’, tras quedarse el pasado año a las puertas del éxito. Los Heat reinan en la NBA y amenazan, una vez han saboreado el título, con repetir y crear una dinastía. El verano será largo y nuevos candidatos surgirán pero los chicos de South Beach gobiernan la competición más prestigiosa del planeta.

 El encuentro, en cinco claves:

1) Colectivo vs individualidad. La creciente confianza de los Heat les llevó a mostrar su mejor versión como equipo en el encuentro más importante de la temporada. Un estratosférico Mike Miller (23 puntos, con 7/8 triples), Shane Battier (11) y Mario Chalmers (10) se aprovecharon de los espacios generados por sus estrellas. En los Thunder, todo lo contrario. Vida y muerte con el ‘isolation game’ (juego de contínuos aclarados), ningún secundario implicado y un ataque pobre y asfixiado.

2) LeBron James. Un día más, el mejor. Su sensación de dominio todos los Playoffs, y especialmente en las Finales, ha sido espectacular. Nuevamente anotando pero sobre todo facilitando espacios y buenos pases para tiros cómodos de sus compañeros, además de estar soberbio en la defensa y el rebote. El mejor jugador del planeta ahora mismo, a un nivel superlativo.

3) Durant, demasiado solo. El alero del conjunto de Scott Brooks tiró de su equipo anotando 32 puntos. Pero no fueron suficientes porque esta vez Westbrook ofreció su peor cara (4/20 en tiros de campo) y Harden, el gran damnificado de la serie, tampoco resucitó el quinto encuentro. Detalles de Derek Fisher (11 puntos) resultaron demasiado poco para un grupo de secundarios que no ha estado a la altura, incluyendo a un Perkins desastroso y a un Ibaka intrascendente.

4) El perímetro de los Heat. Oklahoma City pagó muy caro su falta de intensidad defensiva, tanto en la pintura como, sobre todo, en el tiro exterior. Buenos tiros para Miami, en posiciones cómodas y sin puntear, tuvieron como resultado un festival de triples (14/24) que acabó con el partido demasiado pronto. Los Heat igualaron así la mejor marca de tiros de tres anotados en un encuentro de las Finales en toda la historia de la NBA.

5) La confianza. Para los Thunder, el partido era especialmente decisivo. Pero sufrieron dos severos parciales en el segundo (19-4) y tercer período (19-1) para los que no tuvieron ningún tipo de reacción, ni desde el banquillo ni desde la cancha. Un equipo que asumió su derrota sin oponer excesiva resistencia, seguramente hundido anímicamente antes de comenzar.