Resuelto el peligro del descenso, Cajasol dio el primer paso de este partido ya sin tensión. Triguero se vino arriba tras una temporada bien fría, pero pidió rápidamente el cambio y Kurz aprovechó para hacerse con la pintura. Fue sin embargo Feldeine el que aprovechó para poner a Fuenlabrada por delante, y el ala-pívot terminó de dejar bien claro cuáles eran y han sido los problemas sevillanos durante buena parte de la temporada (09-18).
Ya bloqueados los sevillanos, cedieron el primer cuarto (14-23) y salieron el segundo a sorprender con dos bases y dos pívots en pista, Satoransky y Blakney para precisar y Triguero y Balvin para intentar frenar a Kurz. No terminó Aíto de dar con la tecla, pero con varias grandes jugadas del checo lograron los locales estrechar de nuevo el marcador (18-23). Sin el rebote ofensivo de su lado, los cajistas volverían sucumbir ante el ordenado plan visitante, sangrante en la zona y ágil en toda la pista. Respondió Fuenlabrada y con poco volvió a despegarse, frenando un triple de Bogdanovic esta nueva fuga al descanso (29-37).
Salió el equipo visitante a resolver el tercer cuarto y lo logró rentabilizando esa marcha de más que le permitía aventurarse con tiros librados desde 6.75. Así, Colom puso las alas y los locales se aferraron a su estela para llegar vivos al último cuarto (44-51).
Aquí volvió a entrar en juego Mainoldi, que aún a cuentagotas supo hacer blanco para batir a un Cajasol dispuesto a la remontada pero, siguiendo la tónica habitual durante todo el año, insuficiente.