El Blancos de Rueda da un paso más hacia la permanencia a costa de meter aún más en el pozo del descenso a un Bàsquet Manresa que mostró muy poco en el Pisuerga.

El inicio del partido fue muy dubitativo por parte de ambos equipos, conscientes de lo que se jugaban hoy. Pero Nacho Martín cogió las riendas y con 8 puntos lideró la primera escapada del Blancos de Rueda (18-13). En Manresa Hanga daba la réplica, y gracias al lanzamiento exterior, la superioridad en el rebote ofensivo y la aparición de Troy DeVries (11 puntos al descanso), el equipo de Ponsarnau se acercó en el marcador e incluso se colocó por encima con seis puntos de ventaja (23-26). El Blancos de Rueda se veía superado en esos momentos, y sus imprecisiones facilitaban la tarea a los visitantes. Pero un último tirón liderado por O’Leary permitía a los locales marcharse al vestuario con empate en el marcador.

Tras el descanso el Blancos de Rueda pareció otro, empezando por un Nedzad Sinanovic que no había comenzado bien pero que ahora mostraba todo su poderío bajo aros con 8 puntos en el tercer cuarto. Además, Montañez (12 puntos hoy) y Navarro (12 puntos, 4 rebotes y 23 de valoración) aparecían desde las alas y encabezaban un parcial de 27-10 favorable al equipo de Roberto González que dejaba el partido muy encaminado para los locales al final del tercer cuarto (59-42)

Con el Bàsquet Manresa a la desesperada, y con Hanga y Troy DeVries tirando del carro demasiado solos, el Blancos de Rueda se dedicó a mantener la renta con gran calma y a asegurar la décima victoria desde el tiro libre pese a los 28 puntos finales de Troy DeVries