Comenzó enchufado Blusens con rápidas acciones ofensivas culminadas por Mejri y Andrés Rodríguez que sumada a la intensa defensa gallega le permitía liderar el marcador y el ritmo del partido en los primeros instantes del partido. FIATC Joventut entraba en el encuentro gracias a la dirección de Oliver y al buen hacer de Ehambe con sus tiros y penetraciones, pero la defensa verdinegra no era capaz de frenar al ciclón Mejri que arrasaba la zona e incrementaba la diferencia en el marcador. En el último minuto, un parcial de 5-0  con triple de Dewar y mate de un inmenso Mejri llevaba la máxima diferencia al marcador, siete puntos.La buena salida de Joventut con mucho acierto y liderados por Trías y Quezada encontraban la respuesta con los triples de Corbacho, fiel a su cita desde la línea de 6.75 y Hummel que neutralizaban cualquier amago de reacción verdinegra. Los porcentajes de tiro en ambas pistas eran altísimos a lo largo del cuarto y eso se reflejaba en un juego muy vistoso que hacía las delicias de los espectadores de Fontes do Sar. El intercambio de golpes no cesaba y la diferencia se mantenía a favor de los locales, pero esta vez por la mínima gracias al último arreón verdinegro, 45-44.

Tras el paso por los vestuarios, Blusens encadenaba varios ataques consecutivos con canastas de Kendall y Mejri que estiraba otra vez las diferencias, esta vez veía reforzada su defensa con la aportación de Pumprla y Dewar. Se veían minutos del mejor Blusens, magistral dirección de Andrés Rodríguez, intensidad defensiva y alternancia de ataques elaborados y ordenados con rápidas transiciones pero esta vez faltaba lo importante: el acierto de otras ocasiones. El acierto estaba en el otro bando, desde la línea de triple Oliver y Quezada se encargaban de ejecutar los ataques con bloqueo directo central que con maestría dirigía el base de Tarrasa. El parcial se incrementaba y los gallegos eran incapaces de frenar el vendaval de juego y triples de los catalanes, un 0-14 sonrojante para el equipo de Moncho Fernandez que veía como se escapaba mucho del trabajo conseguido hasta ese momento, 53-60 al final del cuarto. La entrada de Hummel rompía el parcial negativo de Blusens y atisbaba un ligero acercamiento pero Albert Oliver era el autentico protagonista del momento, se hacía con la manija del encuentro, dirigía y anotaba desde larga distancia mostrando un dominio total sobre los bases rivales y manteniendo a Blusens a diez puntos de ventaja a cinco minutos del final. Pero el equipo gallego no se rendía y sobre la espalda de Hummel se acercaba Obradoiro al último minuto con el partido en el cara o cruz. El temple y el acierto en los tiros libres del equipo catalán fueron suficientes para llevarse un importante partido que los devuelve a la lucha por los playoff