El choque de dinámicas de Fuenlabrada y Joventut es lo que más llamaba la atención en la vuelta a la competición doméstica, en unos locales con panorama de incertidumbre ante el cambio en el banco y unos visitantes en estado de euforia tras su gran participación en Copa del Rey. Sin saber esos antecedentes se podrían haber adivinado el estado de ambas dinámicas apenas transcurridos los primeros 5 minutos del encuentro. Con un Joventut que supo desarrollarse en ataque conforme a su plan y un Fuenlabrada que comenzó a acumular errores en el tiro que no hicieron sino menoscabar su moral y que está terminara reflejándose también en el lado defensivo. Eyenga era el que más cosas intentaba en unos ataques estáticos de Fuenlabrada que no acusaron falta de ideas pero sí ejecuciones de calidad, o al menos a la altura de sus desarrollos. En el conjunto de Badalona sus dos hombres más en forma, Nico Laprovittola y Marko Todorovicc pudiern llevar gran peso del ataque de su equipo sin especiales dificultades. El argentino ya se anotaba 8 tantos en el primer cuarto, Todorovic se iba hasta 7 puntos y la renta de los visitantes hasta 15, con un 14-29 al final del primer período.

La llegada del segundo período no hizo sino acusar todos los problemas de Fuenlabrada, que acabó con un 0/10 desde el triple el primer cuarto y que en el segundo solo encontró un acierto desde más allá de los 6,75 de otros 7 intentos. En Joventut, Laprovittola y Todorovic siguieron siendo la norma en ataque, pero se sumaron a ellos Delia en el pick and roll y un buen Dimitrijevic desde el perímetro que permitieron a los de Durán mantener su ritmo ofensivo y dejar su renta a favor al descanso en 26 puntos (23-49).
Los visitantes cerrarían hoy todos los marcadores parciales de cada cuarto positivamente, incluso un tercero en el que Fuenlabrada remó con algo más de fuerza para reducir distancias, apoyado principalmente en el deseo de Chema González o de Álex Llorca. De su mano Fuenlabrada apretó algo más la defensa y sumó varias jugadas sin encajar, lo que tampoco provocó que hubiera alguien especialmente acertado en el otro lado. Esa falta de puntos le dio tranquilidad a un Joventut que volvió a echar mano de Laprovittola, que sumó su segundo cuato más realizador con 7 tantos, y sumó a Ventura como un nuevo socio desde el perímetro. Los de Carles Durán, de hecho, sumaron su máxima hasta ese momento, 30 puntos (50-80) instantes antes de que Marko Popovic anotara un triple para cerrar el período (53-80).

Para cuando el partido había llegado al último cuarto ni a los jugadores locales ni a su afición les quedaban ya fuerzas para plantar cara a un Joventut que se atuvo a su plan y siguió anotando hasta marcharse por encima de la centena de puntos (66-102, su máxima hoy) en un ambiente frío, el del Fernando Martín, que llegó a recordar a aquel fatídico partido frente a Baskonia de la primera vuelta en el que el equipo local, por entonces dirigido por Agustí Julbé, recibió una severa derrota de 60 tantos.