En el arranque del encuentro no pudo evitar ser protagonista el tablero que Dubljevic hizo reventar con un mate en el calentamiento y que hizo que el partido comenzara con más de una hora de retraso. Horario de excepción, las 21:30 de la noche, que no hizo que los conjuntos entraran fríos al parqué. Fuenlabrada agarraba la primera distancia (9-2) merced a posesiones cortas y al peso en la defensa sobre Dubljevic. Los de Ponsarnau respondieron a esa dificultad de transitar la zona con Fernando San Emeterio. El alero enlazó 8 tantos consecutivos para dar con una respuesta indmediata a la defensa de Fuenlabrada: los espacios para el triple. Le acompañaron en esa tarea otros hasta conseguir sumar el conjunto visitante 4 triples de manera consecutiva que dejaban el partido en máxima igualdad. Y en esos términos transcurrió un primer período de un ritmo alto que terminaría con tablas en el marcador (27-27) y en el que Cruz y Eyenga se repartieron el protagonismo ofensivo que en Valencia recayó sobre todo en Fernando San Emeterio (11 puntos).

El segundo período presentaría similares cartas sobre la mesa. Fuenlabrada siguió diversificando su ataque, que esta vez encontró en las continuaciones de Kravtsov una buena herramienta para que Pako Cruz y Rowland encontraran soluciones al timon de las operaciones. Valencia, por su parte, se decidía en volcar mucho de su juego en la circulación y el extra pass, a través del cual siguió encontrando facilidades para el triple (4 sumó en el primer cuarto, 5 en el segundo). Sendos triples de Will Thomas y Bojan Dubljevic a un minuto del descanso (44-50) fueron los que permitieron a Valencia marcharse con ventaja al túnel de vestuarios.

Con todas las reglas con las que se venía escribiendo el partido en la primera mitad rompió el paso por vestuarios. Ambos conjuntos salieron con menos acierto y menos ritmo, y aquí el beneficiado fue un Valencia que consiguió ampliar la que había sido su máxima hasta el momento, 6 tantos, hasta los 11, estableciéndose ya en un colchón que rondaba esa decena psicológica de puntos. Valencia pudo encontrar con más asiduidad a Bojan Dubljevic en el poste con una marca de Kravtsov que le dejaba algo más de espacio. Los locales lograrían, sin embargo, sellar su zona superada la mitad de cuarto, haciendo de un gancho de Bojan Dubljevic la última acción en juego en la que recibirían puntos. Un último triple de Marko Popovic dejaría el marcador en un corto 63-68 y la balanza de la moral más inclinada del lado local.

En los 4 primeros minutos del último período las cosas seguirían transcurriendo en la igualdad, quedando los márgenes visitantes en torno a 5-8 puntos. Dos aciertos consecutivos de Pako Cruz, el nombre clave en los últimos 10 minutos con 12 tantos, lograrían dejar en tablas el marcador (76-76). Desde ese instante, Fuenlabrada y Valencia se irían relevando al mando del marcador con diversos aciertos de Dubljevic, Vives, Cruz o Earl Rowland, el segundo de a bordo de Cruz con 6 tantos en el último período. Llegaría entonces otra acción caliente en la que el que volvería a levantar un triple básico para Fuenlabrada sería Marko Popovic. El croata le daba a Fuenlabrada un colchón de 5 tantos (90-85) con el que ya lograría jugar hasta el desenlace (94-89).