Ondrej Balvin por parte de los locales, y Dejan Kravic por parte de los visitantes eran los encargados de luchar por el primer balón. Los hombres de negro salieron victoriosos de la primera lucha del partido, anotando los primeros dos puntos del partido. Los instantes iniciales del partido eran un intercambio de canastas entre los dos equipos, llegando a los primeros cinco minutos de encuentro con un resultado de 8-6 favorable a los vascos.

A partir de esa pequeña ventaja, los locales empezaron a anular el juego de los gallegos y se empezaron a escapar en el marcador gracias a un buen Tyler Haws, que empezó a tomar galones en el juego (15-6). Moncho Fernández tenía que parar el partido para evitar la escapada de los bilbaínos, pero ese tiempo muerto poco efecto tuvo en el equipo compostelano. Alvaro Muñoz y Vladimir Brodziansky intentaban retomar el vuelo de los gallegos pero un enchufado Thomas Schreiner, acompañado de una gran segunda unidad, volvía a poner una distancia muy cómoda en el marcador (27-10). El encargado de cerrar el cuarto fue Pepe Pozas, desde el 6.75, dejando a los suyos 14 abajo (27-13).

Después de un mal primer cuarto, la reacción del Monbus Obradoiro tenía que llegar. Y así fue. Los gallegos empezaron a remar a contracorriente, teniendo a Kostas Vasileiadis como el principal referente en el juego de ataque. El griego regresaba a la que había sido su casa años atrás, y la motivación de jugar en “casa” se notaba en su juego, contagiando también a sus compañeros. De nuevo, y tras mucho tiempo por detrás en el marcador de manera clara, los gallegos se colocaban a 7 puntos del Bilbao Basket (34-27). 

Tras la canasta de Mike Daum que ponía el 34-30 en el luminoso, parecía que el partido volvía a abrirse pero los locales pronto frenaron la remontada visitante. De nuevo, Tyler Haws, con la ley del ex bajo el brazo, volvía a hacer daño a los gallegos, dejando la anterior remontada en una mera incógnita y llevando al Bilbao Basket al descanso con una ventaja de diez puntos (46-36).

El encuentro se reanudaba y el asedio bilbaíno estaba por llegar. Los primeros minutos eran un contraste en el acierto de ambos equipos. Los vascos veían como su nivel de acierto en el tiro era excelso, mientras que el de los gallegos era peupérrimo (57-36). Monbus Obradoiro no lograba anotar en los primeros instantes de cuarto, y hasta el minuto 3 de juego del cuarto no se moverían en el marcador, gracias a una canasta del joven Beliauskas.

El partido, con mucho tiempo por delante, parecía estar encarrilado para un Bilbao Basket que estaba haciendo las cosas muy bien. Monbus Obradoiro solo lograba reducir la diferencia mediante Kostas Vasileiadis, que estaba haciendo uno de sus mejores partidos en esta temporada. Finalmente, y para poner la puntilla a los gallegos, el Bilbao Basket anotaba cuatro triples consecutivos, mediante Rafa Martinez y Arnoldas Kulboka, cerrando el cuarto con un marcador de 77-47 y dejando el partido listo para sentencia a falta de diez minutos.

Los últimos díez minutos serían los considerados vulgarmente como “minutos de la basura”. Ambos equipos sabían como iba a ser el resultado final, y es que la distancia en el marcador era demasiado grande para remontar en únicamente diez minutos. Quenton Serron y los interiores vascos eran los protagonistas de cerrar el partido, en detrimento de un Monbus Obradoiro cabizbajo pero que seguía luchando por anotar. Finalmente y tras unos últimos cinco minutos en los que el ritmo de juego era totalmente diferentes, Bilbao Basket cosechó la decimotercera victoria al derrotar a los gallegos por 99-72.