Volvía el baloncesto al pabellón Príncipe Felipe tras la visita de la selección española pero esta vez se veían las caras un Casademont Zaragoza que buscaba seguir en la cabeza de la clasificación y un Movistar Estudiantes que se jugaba el poder salir de la zona roja de la tabla.

Los primeros minutos de partido eran todo un placer para cualquier aficionado, pero todo un infierno para los entrenadores: un partido vivo y muy movido donde ambos equipos producían muchos puntos y ninguno conseguía separarse en el electrónico. En estos primeros instantes de partidos veíamos una buena cara de un debutante como era Jason Thompson, muy activo para su equipo y con una buena actuación, aunque algo perdido en los sistemas, mientras que por los visitantes teníamos a un gran Aleksa Avramovic que anotaba 12 puntos sin fallo. La gran anotación que se venía dando a lo largo del cuarto dejaba una pequeña renta positiva para el conjunto estudiantil al finalizar el primer cuarto (26-28).

Tras las ventanas FIBA ambos equipos parecían haberse dejado el mono de trabajo en los vestuarios, al menos en defensa, porque ni siquiera en este segundo cuarto se veía una mejoría en este aspecto en ninguno de los dos equipos, por lo que la igualdad en el marcador seguía siendo máxima y con un gran número canastas en el haber de ambos. Casademont Zaragoza se ponía por delante de nuevo dirigido por un gran Nicolás Brussino, que ponía con 12 puntos y 4 asistencias, lo que ayudaba a que los maños pudieran marcharse por delante al descanso por 53 a 46.

Parece ser que la charla de Porfi Fisac del descanso había activado a sus jugadores, que al comienzo de esta segunda mitad parecían más sacrificados en defensa y seguían pudiendo hacer daño a Movistar Estudiantes en ataque, lo que provocaba que la ventaja se disparase por encima de los diez puntos y fijasen su ritmo de juego. El buen hacer de Radovic, la dirección de Alocén y la lucha bajo los tableros de Thompson estaban dando un gran rédito a un conjunto maño que a lo largo del tercer cuarto demostraban el buen porque este equipo estaba tan alto en la clasificación, pero la diferencia al final del periodo sería maquillada por unas buenas acciones finales de los madrileños, que dejaban el partido abierto por marcador, pero no por sensaciones (78-65).

Cambio total y absoluto de dinámica en el último cuarto con un Movistar Estudiantes que se ponía las pilas en ambos lados de la cancha aprovechando una pájara de los maños y poniéndose por debajo de los cinco puntos de diferencia, gracias a que Avramovic seguía de dulce y a falta de 4 minutos para el final llevaba en su haber 31 puntos anotados. Igualdad máxima hasta los instantes finales de partido donde veíamos un gran trabajo de los hombres dirigidos por Javier Zamora para haberse repuesto de un mal tercer cuarto y poder mantener el partido en el alambre hasta los últimos instantes, pero la pequeña diferencia que llevaba en todo momento el conjunto rojillo era suficiente para certificar la decimosexta victoria de la temporada por 97 a 87.