Marcelinho llevaba el tempo del partido con su eficaz e infinito pick&roll, solo chispazos de Salin le daban un poco de ritmo al ataque canario. Por parte del Joventut, su estrella Prepelic era el indicado de aguantar el ritmo anotador. Con los cambios Tenerife no encontró nadie que tomara la iniciativa y empeoró en ataque estático, mientras que Joventut jugó buenos minutos con Zagars, por la ausencia de Dimitrijevic (18-23).
Tenerife empezó con un parcial contundente de 8-0 con Marcelinho a los mandos y con buen acierto exterior de Díez y López, pero Joventut se rehízo de la mano de Zagars en la dirección de juego y Prepelic en la ejecución que estaban haciendo un roto a la defensa tinerfeña, mientras que los de Vidorreta se volvían a ver muy limitado en el ataque estático (33-42).
Tenerife repitió la misma hazaña que al inició del segundo cuarto y clavó un parcial de 11-0 con Wroten en la dirección de juego, no estaba siendo su día y con él en pista Marcelinho estaba en su salsa. El Joventut volvió a estabilizar la sangría, mejorando en ataque. Marcelinho se mostró incombustible y llegó a los 19 puntos durante el transcurso del tercer cuarto. Por el otro lado Tenerife consiguió frenar la producción de Prepelic durante el tercer cuarto, no consiguió a anotar hasta que solo quedaban 16 segundos (57-58).
Sasu Salin y Prepelic intercambiaron triples al inicio del cuarto, pero el duelo pasaba a ser de bases. Zagars deslumbraba con acciones de puro desparpajo y Marcelinho con su clásico tiro de media a tablero. Joventut sufría mucho con Wroten a la dirección de juego, su equipo se encontraba muy perdido y con la buena dirección de Marcelinho sus compañeros estuvieron finos lanzando de tres y consiguieron una pequeña renta a falta de 3 minutos (+10). Las prisas nunca fueron buenas consejeras y así fue una vez más, Joventut bajó la intensidad defensiva y Tenerife lo aprovechó para cerrar el partido (96-90).