Monbus Obradoiro llegaba a Tenerife con las pilas cargadas tras su victoria contra Bilbao pero sabiendo que es su pista maldita. En el inicio del partido pesaron más las energías positivas y los gallegos abrieron el marcador con un 0 a 4, con Maxime De Zeeuw, que hasta ahora era el jugador menos utilizado, de titular. Pero pronto Shermadini quiso demostrar que es uno de los jugadores más en forma de la ACB y lideró el parcial con 4 puntos para poner por delante a Iberostar. Fletcher Magee también mostraba su buen estado de forma y le daba la réplica. Una técnica al banquillo del Obra fue aprovechada por Huertas para con el libre y un triple poner el 13 a 8 en el marcador. Pero los gallegos no se amilanaban y comenzaron a encontrar a Dejan Kravic, que comenzó a hacer mucho daño a la defensa canaria. Los banquillos tomaban protagonismo con las entradas de Brodziansky y Lundberg, que comenzaron a liderar sus respectivos ataques. El ex de Manresa resucitaba tras su mal inicio de liga y con 7 puntos dejaba el 24 a 22 al final del primer cuarto, que había sido de un buen baloncesto y con efectividad en los ataques.

 

 

El segundo cuarto seguía por los mismos derroteros, con los ataques imponiéndose a las defensas y un toma y daca constante entre los dos equipos. Ahora era Singler el que seguía la tónica de los ex ajusticiando a sus antiguos compañeros con 7 puntos casi consecutivos, mientras la pareja Daum-Brodziansky era la que sustentaba al Obra. Iberostar mantenía la diferencias entre 3 y 5 puntos y los gallegos volvían a cargar el juego sobre Kravic para mantenerse en la pelea. Huertas comenzaba a hacer de las suyas, anotando y conectando con Shermadini, estirando entre los dos la diferencia de un Obra ahora atascado en ataque. Un triple de Salin cerraba el marcador al descanso con la máxima diferencia (44-34).

Otra vez Shermadini y Huertas marcaban el inicio de la segunda parte, pero Obra contestaba con Kravic y dos triples, de Czerapowicz y De Zeuuw respectivamente. El alero sueco se entonaba y conseguía una gran jugada individual y un nuevo triple para reducir distancias culminando un 0 a 8 (49-47). Álvaro Muñoz confirmaba con el cuarto triple del Obra en este inicio de la segunda parte que siguen siendo de los equipos más peligrosos desde la línea, tras haber estado desaparecidos sus tiradores en la primera parte con solo dos triples. Pero Shermadini resultaba imparable en la zona gallega y ya sumaba 17 puntos sin fallo en tiros de campo. Pero Czerapowicz y Muñoz seguían calientes y empataban el partido a 55. Marcelinho no tenía ganas de dejar el liderato del partido y comandaba un 6 a 0 culminado por una canasta del “vengativo” Singler. Un tiempo muerto de Moncho Fernández produjo sus efectos en forma de 2+1 de Brodziansky, para después dejar Pozas desde el tiro libre la diferencia en la mínima. Los gallegos pudieron irse por delante al último cuarto, pero un gran robo y contraataque de Lundberg lo impidió (63-60).

Magee volvía a empatar el marcador en la primera canasta del período decisivo, pero los de Vidorreta volvían a pegar un estirón con un 7 a 0 culminado con un triple de Salin. Magee lo interrrumpía con una canasta de dos previa a un intercambio de acciones de Díez y Kravic, con 5 y 4 puntos respectivamente. Una antideportiva de la actual normativa de Shermadini no era muy aprovechada por el Obra al fallar el pívot serbio los dos libres y solo conseguir los dos de Daum. Otra vez más Huertas demostraba su calidad con una canasta y una asistencia a Díez, que conseguía el 2+1 dejando el 80 a 71 en el marcador a falta de 3:14. Kravic anotaba, pero una nueva asistencia del base brasileño para la canasta de Singler dejaba asentada la ventaja. Una antideportiva señalada por los árbitros de Calloway sobre el propio Huertas dejaba sin opciones a los gallegos tras los dos libres y una nueva canasta de Singler.