Con flamante nuevo parqué arrancaba un partido en el Fernando Martín casi un mes después. Ambos conjuntos entraban parejos en intensidad, pero Baskonia encontró en el acierto de Matt Janning un primer factor desequilibrante para marcharse con pequeñas ventajas. Fuenlabrada empezó entonces a cometer malas decisiones en ataque mientras Bakonia no perdonaba en el otro lado a una defensa local irregular en ese arranque. Así se abría una primera brecha de 9 puntos (12-21) a la que Fuenlabrada conseguía responder con los primeros minutos en competición de Jerome Randle, al que Baskonia le planteó continuamente ayudas muy largas en los bloqueos para plantearle 2 contra 1 muy agresivos de los que Randle consiguió salir con asistencias para aciertos faciles de Eyenga.
La entrada al segundo cuarto, sin embargo, no pudo ser peor para los locales, que volvían a sufrir muchos problemas defensivos para, sobre todo, manejar los espacios que generaba Shengelia y defender los triples en el lado débil. Ahí, Shields, Dragic o Janning sacaron renta y la máxima visitante ya se elevó hasta los 13 tantos (24-37). Un nuevo acelerón de Randle permitió a Fuenlabrada encadenar aciertos y volver a ganar una confianza que también ayudó a construir los errores no forzados de Baskonia en acciones relativamente sencillas de contraataque. Entre Eyenga (10 puntos al descanso) y Karvel Anderson (12) Fuenlabrada conseguía dar la vuelta al marcador en los últimos instantes del segundo período para marcharse al vestuarios prácticamente con su primera ventaja (45-42).

La salida de vestuarios de Fuenlabrada esta vez fue casi perfecta: consiguió mantener el nivel defensivo y empezar a reducir las opciones de Baskonia a buscar a Shengelia y consiguió ir castigando cada punto no conseguido por Baskonia pudiendo correr algo más. Eran buenos minutos para Karvel Anderson, Pierre Gillet o un Jerome Randle que terminaría siendo decisivo, aunque de manera indirecta, en el desenlace del encuentro. En una desafortunada acción, Randle, que entraba ya a canasta, resbalaba con su pie derecho, haciendo que si rodilla derecha hiciera un gesto muy feo y cayendo directamente al suelo. El pabellón enmudecía mientras se intentaba asistir al recién llegado base americano. Llegarían entonces unos minutos complicados para Fuenlabrada, que ya no consiguió atacar con la misma frescura en el resto del partido.
Baskonia quiso aprovechar ese bajón anímico local para reducir distancias y encadenó un primer parcial de 0-6 recién entrado en el último cuarto que ya hizo verse a los locales con el agua al cuello. Los aciertos de Marc García, Mockevicius o Tomás Bellas le permitieron mantener una distancia que rondaba los 10 puntos pero ahora se veía agónica. Con 83-73, Baskonia encontraría dos aciertos consecutivos en el triple de la mano de Janning que hicieron que la estructura de Fuenlabrada comenzara a derrumbarse. Los visitantes seguirían anotando, de hecho, hasta dejar el partido empatado a 84 (1-11 de parcial). Tendría entonces Fuenlabrada posesión para ganar pero no llegaría a levantar el tiro. Con 1 segundo en el reloj quien sí conseguiría levantar el tiro sería Janning, que no encontraría acierto.

La primera prórroga transcurriría en términos de máxima igualdad y con los dos conjuntos muy espesos ofensivamente: solo sumarían 4 puntos en cada lado. Volvería a tener posesión para ganar esta vez Karvel Anderson, que se trastabilló y no consiguió, una vez más, levantar el tiro ganador. La segunda prórroga pasó ya demasiada factura física al conjunto loca, que terminaría con dos expulsados y que volvería a mostrarse nervioso y atascado en ataque: desde el 92-92, con más de 2 minutos y medio aún por jugar, no volvería a acertar un tiro. Un parcial final de 0-6 para Baskonia terminaría haciendo que los visitantes se llevaran la victoria del Fernando Martín.