Dicen que después de la tormenta, siempre llega la calma. Que siempre escampa. Al Madrid de Euroliga le cayó tremenda borrasca el pasado jueves en forma de muro turco, en modo de 60 puntos. No se recordaba nada igual en el ataque blanco desde hace tiempo. De ahí que la mañana dominguera de Liga Endesa fuera hoy más importante que otras. De primeras, el rival parecía el indicado; un Baxi Manesa de una sola victoria y menos presupuesto, al que también le caen danas por todos los lados, pero que siempre, siempre, se levanta. Se venía pues una mañana para escapar de las tormentas.

Y para empezar a construir la calma, revolución en el quinteto de casa, con Llull, Garuba y Causeur de inicio. Y para romperla, parcial de 0-4 desde el Bages. Vaulet le ganaba de primeras el duelo argentino a Deck y Sakho alzaba su gancho por encima de Tavares para un 3-10 en tres minutos. Intentaba borrar la imagen europea el Madrid, pero con aquella defensa era imposible. Casi que cada ataque visitante acababa en canasta. Hasta que empezaron a sudar las piernas blancas. Entre Tavares y Llull le daban la vuelta en un momento (16-14 min. 7). Le metía muñeca Pedro Martínez a la mañana, con Toolson y el reaparecido Ferrari, que anotaba su primer tiro para mantener a los suyos por arriba.

Pero el partido era por aquel entonces de Sergio Llull. Un 3+1 suyo le ponía ya con diez puntos y a su equipo a 1 (23-24 min. 9). Pero es que Baxi Manesa había anotado 28 en el primer cuarto. Poco paraguas para aquellas tormentas.

Tras de la primera pausa, se acababan las bromas. Se abrían los paraguas y tres robos blancos convertían la mañana en otra cosa: 33-28. Llull por aquel entonces todavía no había descansado. Por fin, cogía banquillo, relavado por el cuestionado Laprovittola. Rebasado el chaparrón inicial, Manresa seguía en el partido a través de sus continuaciones y sus pívots. Para todo el mundo siempre escampa. Dani Pérez se sentaba desfondado después de alimentar a su gente con buenos pases. Habían pasado 15 minutos y el Madrid no es que no se despegara. Ni siquiera ganaba (39-40). Campazzo aprovechaba las ausencias y le metía más ritmo aún a la cosa para animar a sus muchachos.

Deck ponía los 51 puntos a dos minutos del descanso y la máxima blanca (51-42). Igualito que en Estambul. En el duelo de argentinos, ahora era el de la Colonia Dora el que se divertía a costa del de la otra Córdoba. Se llegaba a la pausa larga y el Madrid se quedaba a cinco puntos de los 60 de Turquía: 55-44. 

Tavares, con Mejri mirándole desde la esquinita, hacía cuatro puntos seguidos para deshilachar aún más la cosa tras la vuelta de las cabinas. Se metía en bonus temprano Baxi Manresa. Lo castigaba Sergio Llull. Aplaudía cada defensa Pablo Laso. Se reconocía mucho más a su equipo ahora. Había pasado definitivamente la tormenta. Garuba sacaba toda la energía de sus 17 años para picar la veintena de ventaja. Deck se hacía máximo anotador del partido con dos triples que mantenían a raya las buenas transiciones del Bages (73-57 min. 28). Nakic le sustituía para algarabía de la grada local. Ya no había noticias de Laprovittola. Toolson por fin calentaba su muñeca para dejarlo todo en 76-60 antes de la última pausa.

Ya en el último cuarto, Vaulet abusaba de Nakic en el poste bajo para seguir postulando al partido. Juega bien y fluido este Baxi Manresa del siempre genial Pedro Martínez. Así, con esas transiciones que han caracterizado a su entrenador, movía a la defensa blanca para no tirar el partido al basurero. Con la mayoría de jugadores clave hoy ya descansando, Randolph ponía por fin los veinte de ventaja (85-65 min 35). Hasta Nakic anotaba. Entregaba por fin la cuchara este bravo Baxi Manresa. Sólo quedaba ver hasta donde llegaba la anotación blanca. El enésimo proyecto de cantera Nakic hacía un triple para el 90-70. Se quedaba lo cosa en 94 y veinte de ventaja. Parece que por ahora, está cumplida la misión. La de despejar las tormentas y la de la escampada.