Brillaron los dinámicos ataques de ambos equipos por la ausencia de defensas que permitieron canastas fáciles para los dos equipos durante los primeros cinco minutos. El ritmo bajó con el acierto, menos en el caso de Alberto Abalde que estaba intratable ante sus ex y forzaba a Duran a parar el partido anotandon un triple muy lejano. Jordan Loyd cerraba el cuarto con un triple imposible a tablero para darle un pequeño colchón a los de Ponsarnau (21-16).

Kerem Kanter abrió el marcador con un triple para recortar la desventaja hasta dos puntos, respondió rápido Sanemeterio con una canasta bajo el aro. El ritmo del partido lo llevaba Valencia y tras cinco puntos seguidos de la mano del Saneme y Loyd, Duran volvió a parar el partido para intentar reconducir el resultado. A falta de dos minutos López-Arostegui apretó el gatillo con dos triples desde la misma esquina pero Valencia reaccionó con tres triples seguidos de van Rossom, Dubljevic y Marinkovic para acaba el cuarto con una cómoda ventaja (48-37).

 

Valencia conseguía generar tiros abiertos gracias a los pases de Dubi desde el poste alto, la generación de juego tenía en jaque a la defensa verdinegra. El máximo beneficiado fue Sastre que se vio varias veces liberado y no falló. Valencia manejaba una cómoda ventaja de 20 puntos, y en la Penya no se veía ningún síntoma de reacción con un Prepelic totalmente desactivado (74-52).

Valencia no quería sorpresas e inició el cuarto con dos triples para ampliar aún más la ventaja, en el Joventut solo daba la cara Kanter con un sorprendente partido. A la Penya le costaba aguantar el pulso en ataque, pero en defensa no podía competir, mientras Valencia se encaminaba a los 100 puntos la Penya veía como se le escapaba de las manos la Copa y de rebote a Burgos (100-70).