Cada año es una lotería en Boston. Pueden ganar el anillo, traspasar a sus dos estrellas por cinco rondas del draft, firmar a Kyrie y Hayward el mismo verano o deshacerse de Rondo y de Isaiah Thomas dos años después. La estabilidad se llama Brad Stevens, Marcus Smart y Danny Ainge, el verdadero big-3 de los Celtics. Y con ellos tres, los jóvenes y Tacko Fall, empieza una nueva temporada. Otra lotería en Boston.
TEMPORADA PASADA
Todo lo que no sea usar la palabra fracaso para definir el año 2019 de los Celtics sería mentir. Un equipo diseñado para el anillo, con tres all-stars y dos potenciales estrellas en el quinteto titular, con banquillo suficiente para dominar el Este. Y los únicos que pudo batir a estos Celtics fueron los propios Celtics: el vestuario, la química, el mal rollo… diez mil sinónimos, un resultado: 4-1 en semifinales y proyecto nuevo.
El balance (49-33), con solo una victoria más que Indiana sin Oladipo y diez victorias lejos de la cabeza fue grave. La no progresión de Tatum y Jaylen, la evolución de Hayward o la implicación de Kyrie. Nada salió bien, y hasta el 4-0 en primera ronda fue mentira.
ESTRELLA
Es verdad que más de la mitad de la plantilla sigue, pero la situación no ha cambiado. Ha salido Kyrie Irving, Al Horford (la más dolorosa), Aron Baynes, Terry Rozier, Marcus Morris y jóvenes del final de la rotación; a cambio, un point guard que será la estrella el próximo año: Kemba Walker. El all-star trae la ilusión y los Celtics ponen el bloque. Por primera vez fuera de Charltote, Kemba buscará ganar una serie de playoffs y liderar a un equipo que, todavía joven, empieza a tener una sensación de urgencia.
ROOKIE más destacado
Por focos, es Tacko Fall, que acaba de firmar un contrato dual. Por elección tendría que ser Romeo Langford. Pero el rookie que mejor va a rendir en su primer año en Boston va a ser Grant Williams. Elegido el 22 proveniente de Tennessee, Williams encarna lo que los Celtics siempre han sido y buscan en un jugador. En Summer League se mostró como líder vocal, en pretemporada como un forward versátil con mayor vocación defensiva y desde el primer día se mostró en contra de la teoría terraplanista de Kyrie Irving. Lo tiene todo para triunfar en Boston.
COACH (Y ESTILO DE JUEGO)
Brad Stevens es el mejor entrenador de la NBA que nunca ha ganado el premio a mejor entrenador de la NBA, period. Al mismo tiempo, el primer año que tuvo un candidato a todo, favorito al anillo, los Celtics por primera vez en seis años no funcionaron. Su defensa es excelsa, su trabajo ofensivo da bastante libertad a sus jugadores y es un genio de la pizarra. ¿Qué puede mejorar Brad?
La gestión de egos. Con Kyrie tuvo el primer problema, demasiadas voces en el vestuario se alzaron y no supo pararlo a tiempo. Además, no supo parar el partido cada vez que había un parcial negativo en contra de los Celtics, algunos graves, o mantenía en pista a jugadores que por nombre debían jugar pero por rendimiento, quizá no. Este año, sin tanta estrella, Stevens tiene que volver a dar resultados por encima de sus posibilidades.
PLANTILLA
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SITUACIÓN SALARIAL
10 millones por encima del límite salarial no sería grave en el Este si no fuera porque acabas de perder a Kyrie y Horford y porque en la próxima semana tienes que renovar a Jaylen Brown. Dos jugadores, Kemba y Hayward, roban el 60% del cupo salarial y otros seis jugadores están en contrato rookie (nueve si añadimos a los rookies firmados con cap-space). No es óptimo, pero podría ser peor.
Kemba y Hayward, con 29 años cada uno, son las estrellas de este equipo. Ninguno de los dos es seguramente un jugador top-20 de la liga pero son parte de esa segunda lista de jugadores que necesitan un máximo para ser retenidos. Hayward está en su tercer año, y en Julio tendrá que decidir si usará la player option de 34 millones o decide irse a la agencia libre. Kemba empieza su contrato.
El problema viene con los jóvenes. Jaylen necesita un contrato nuevo para el próximo año y estará más cerca del máximo que de lo que está cobrando Smart (4x52). Y el siguiente verano será Tatum, que si sigue con la progresión actual, sí que necesitará un máximo.