La exhibición de Dirk Nowitzki en el Madison ante los Knicks ponía fin -no sin intriga- a la peor racha de la franquicia en la última década, desde la llegada de Nowitzki, Steve Nash y Don Nelson que transformaba a una franquicia maldita en uno de los referentes de la liga, gracias también a la labor desde el talonario de Mark Cuban.
Con Rick Carlisle, se iniciaba una nueva era en Texas tras la etapa de Avery Johnson, y no eran pocas las incógnitas que presentaba el equipo antes de empezar el curso. Inicio que no ha podido ser más negativo, acumulando derrotas y cayendo a las últimas posiciones de su conferencia.
¿Qué pasa con los Mavs? ¿Podemos hacer ya valoraciones del equipo? ¿Tiene solución la situación de la franquicia?
Meej
No es difícil ver qué les pasa a los Mavs: el rendimiento ofensivo de Nowitzki y Terry ha descendido dramáticamente, y la defensa es inexistente incluso para los relajados baremos de Dallas. Los rivales torean a Terry como quieren, sin que a estas alturas de su carrera Kidd pueda impedirlo, y Nowitzki ni siquiera hace el paripé; los únicos que intentan defender son los pívots, Dampier y Diop, pero sólo consiguen cargarse de faltas ante unos rivales que llegan en oleadas. Hubo un tiempo en el que los Mavs eran el equipo más profundo de la liga, pero hoy el banquillo es inexistente. Green deja pinceladas pero está muy verde (je), Bass da una de cal y tres de arena, y de Barea no hay noticias. Lo peor es el puesto de escolta, donde Stackhouse se ha hundido y Wright no ha sabido tomar el relevo. En el momento en el que se sienta un titular, sobre todo Jason Kidd, el equipo se hunde; y su gran esperanza es el retorno de… Devean George.
Gonzalo Vázquez
Decía la semana pasada Eddie Sefko que poniendo a tu mejor defensor sobre Nowitzki era fácil matar a los Mavs. Sin ser tan sencilla la cosa sí resume dónde reside la fortaleza de Dallas y, por solitaria, dónde todas las debilidades.
Llegó Carlisle más abierto que nunca, alentando en pretemporada incluso un juego rápido sin llegar a serlo. El llamado no hace mucho "All Tempo Team" se ha quedado de momento en "No Tempo", como si dar con el ritmo preciso fuera la clave de este equipo tan dolorosamente venido a menos. Los Mavs no están ya para carreras. El desgaste físico que conllevan y la sombra del sacrificio defensivo de Johnson, hacen de los Mavs un equipo que suplica posicionales. Algo válido para una prórroga en el Madison. Pero a la larga es allí donde se vuelven terriblemente previsibles, sin chispa y como agotados de piernas e ideas. Kidd jugó siempre rodeado de finalizadores. Ahora Dampier y Diop pesan demasiado, Stackhouse gusta el sofá del triple, a Dirk no le corras mucho y Green queda entonces muy solo. Así Kidd se hace un base medio, que suma lo justo y no incendia nada. Como Terry o Howard. Es una plantilla obsoleta que urge, como poco, de un segundo Nowitzki.
Juan Carlos Serrano
Críticas sobre los fracasos Mavs ahondaban en lo confuso de su perfil frente a otros reconocibles. Nadie como Carlisle para la identidad y la confianza, pero va a llevarle tiempo trabajar en este contexto, probar la rotación y ver un Nowitzki definitivamente treintañero en materia física, lo que no mejora la discreta conexión con Kidd. Elevando el tempo con el base y las subidas de balón de Howard parecen más cómodos que en un estático de rachas. Ahí su circulación tristemente les normaliza con el repertorio usual estos días, pero con resultados mejorables si comparamos la generación de opciones desde dribbling. Más allá de castigar algún desajuste, tienen sólo juego al poste con Dirk en el lado derecho, siendo también el único que puede continuar con garantías desde un bloqueo directo más limitado a exteriores en penetración (Howard) o las salidas para tiro de Terry; muy de Carlisle los indirectos para el tirador a media distancia en poste alto (Dirk en inicio de partidos), o escalonados para alguna salida desde fondo de lo que queda de Stackhouse o Terry; no falta el doble pick and roll lateral, a lo Boston, algo fallido con Terry de base. En defensa están todavía más retrasados, con la línea exterior pisando la pintura y problemas al ayudar en la zona contra grupos de juego abierto para tiradores.
J.R. Sanchís
Dirk Nowitzki se ha tenido que “salir” con 39 puntos para conseguir romper una racha de cinco derrotas consecutivas. Los Mavs de Carlisle están en un triste 3-7, empatados con los Grizzlies en último lugar de la Southwest. Dallas está decepcionando. Aunque yo creo que menos de lo que se podía prever.
Cuban es sabedor de que el nivel de exigencia de este equipo no ha de ser el de otros años . Sería muy atrevido pensar en que Dallas luche por una final de Conferencia. A nivel de plantilla, hay unos cuantos equipos por delante como Lakers, Rockets, Suns, Hornets o Blazers. Nadie duda de la calidad y el compromiso de Nowitzki o Howard pero hay un envejecimiento de la plantilla, empezando por el base, que al final pasa factura. Mientras Harris triunfa en NJ, Kidd –que promedia 37 minutos porque Carlisle no se fía de Barea- no lidera las victorias texanas, y seguramente llegue tocado al tramo final. Stackhouse y Terry no son unos chavales y Bass es la única nota de frescura y calidad unidas junto a la incógnita Green. El traspaso de la temporada pasada debió hacerse pensando en el futuro y no en zurcir un remiendo que ha acabado descosiéndose de nuevo en esta campaña.
Xesús Serrano
Resulta complicado hablar de los Mavs. Han caído en alguno de sus primeros partidos por cortas diferencias, sufriendo un “colapso” en los últimos minutos de los encuentros, y esas circunstancias suelen afectar en mayor medida si el equipo está cambiando por completo su cara, golpeando duramente a su confianza.
Es cierto que hay signos preocupantes, que pueden llevarnos a pensar que estamos ante un proyecto agotado y necesitado de un profundo lavado de cara. En este inicio de temporada, hemos visto momentos de muy pobre defensa, predecible estático, y malas actuaciones de una estrella que acumula años prácticamente sin descanso veraniego, pero los Mavs están en plena fase de reajustes, y debemos ser cautos. Por contar algo positivo, Kidd y Howard han conectado muy bien en algunos partidos, tanto en los cortes del posicional como en el juego en transición.
¿Hay posibilidad de recuperación? Yo diría que la clave es Dirk, si consigue hacer crecer a su equipo con partidos como el del Madison, la confianza puede llegar y el equipo crecer a partir de ahí.
¿He dicho ya que la palabra clave es confianza? Más allá de analizar la labor de Carlisle, pues es muy pronto para hacerlo, necesitamos más tiempo para saber qué puede pasar, si encontrarnos con un equipo temible o si una mala racha puede hacer que el reseteo sea la opción más lógica.