Mientras todos los focos de la Conferencia Este parecen dirigidos hacia las franquicias de Boston y Cleveland, los Orlando Magic surgen como un equipo que está peleando por la primera posición de su conferencia, remarcado además con unos excelentes últimos resultados, la tremenda paliza que les dieron a los Hawks y la meritoria victoria en San Antonio.
¿Cuál es el potencial de estos Magic? ¿Deben ser considerados candidatos al anillo o permanecerán “sólo” en las posiciones de privilegio? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? Nuestros colaboradores nos dejan sus opiniones
Juan Carlos Serrano
La fantasía de Disney ha traído numerosos príncipes (Shaq, Penny, McGrady, Howard) y ahora andan buscando alargar el nuevo baile hasta medianoche, en una fiesta que quizás luce mejor que la calidad de las galas. No corren los mejores tiempos para los pívots, sobrepasados por los exteriores y asaeteados inmisericordemente por los árbitros. Orlando lo hace olvidar con una propuesta rica, con el triple como arma no sólo desde el dentro-fuera sino dándole al center más usos: por ejemplo, tras el pick and roll por el medio para que Nelson penetre, si éste opta por el pase de vuelta puede poner otra segunda enorme pantalla para proteger el triple semifrontal del líder en la materia, Lewis. Un maestro también desde unas esquinas mortales, con Jameer y Turkoglu castigando ayudas con una circulación que les hace muy rápidos. Una sensación de ligereza, por lo abierto de un alero como Lewis que puede defender en la posición de 4 (pensemos en Bargnani o la locura que sería Durant) aguantando al lado de Howard, y que al tiempo devuelve la duda de si esta propuesta puede alcanzar la dureza que exige el trono del Este. Probablemente no pero es notable pasar de 99 a 93 puntos encajados y el 42.8% rival. Y mejor cuando no dan espacios y van al dos contra uno (salidas extra para Dwight), con los demás yendo a la zona y vigilando penetraciones que deberán salvar al gigante al final. Buenísimos en la carretera.
J.R. Sanchís
A diferencia con el Oeste, donde Lakers va por delante de un nutrido grupo de perseguidores con similar empaque, en el Este la oligarquía se reparte entre Boston Celtics, Cleveland Cavaliers y -por qué no- los Orlando Magic. Presentan una de las plantillas más compactas y mejor diseñadas. Tienen a una estrella que es, además, una bestia de la naturaleza y un tipo con carisma pese a su juventud. Disponen de una pareja de aleros de grandísimo nivel como son Lewis y Turkuglu. El primero, demostrando en su segundo año en el Este que es un jugador necesario pese a su elevado caché. El segundo, el cerebro del equipo y uno de los más decisivos cuando el partido está caliente. No tuvieron suerte con la lesión de Pietrus, que estaba haciendo un gran papel no sólo como especialista defensivo, pero en el rookie Courtney Lee han encontrado un sustituto de lujo. Todo un pura sangre y con más calidad técnica. El talón de Aquiles lo ha significado en los últimos años el puesto de base pero hasta Nelson ha sabido espabilar desde que surgieran los rumores que cuestionaban sus galones en la dirección tras la marcha de Dooling. A este intenso y talentoso quinteto se le une la aportación unos cada vez más resolutivos Bogans y Reddik –gran partido ante Spurs- y un sorprendente Gortat que ha demostrado no ser un leñador. Para rematar, estamos ante uno de los mejores equipos con mejor balance victorias-derrotas y con buen porcentaje de lanzamiento exterior e interior y carácter ganador. Que se lo pregunten a Spurs y Lakers.
Xesús Serrano
La idea era clara desde el principio: rodear a la gran figura, Dwight Howard, de un elenco de actores principales y crecer de forma proporcional a la madurez del center. Y en ello están. Las principales mejoras del curso creo que son dos: por un lado, Howard es cada vez más importante en el apartado defensivo, capaz de leer mejor las ayudas y solucionar los desequilibrios en los que se ataca a Lewis o Nelson; por otro lado la irrupción del propio Nelson, excepcional en muchos momentos de la temporada, como el clásico base del siglo XXI, desbordando en individual y generando ventajas para su equipo. Lewis y Turkoglu siguen en niveles similares a lo esperado, pero el resto del equipo tiene un rendimiento muy discreto, lo que creo que los descarta por el anillo, situados en mi opinión tras Cavs y Celtics en la lucha por el poder del este. Aunque es cierto que Howard puede permitir que su equipo domine una eliminatoria, dado que es prácticamente imparable cuando recibe a menos de 3 metros del aro. Su único lunar viene por el lado de los tiros libres, pero dice Shaq que eso no te impide ganar anillos.
Meej
Pocos equipos hay más fáciles de entender que los Orlando Magic: Dwight Howard vive debajo del aro, y los demás tiran triples; en algún sitio Matt Bullard está teniendo un dejá vu. Para más facilidad, la única incorporación destacada de este curso, Pietrus, pasa más tiempo lesionado que sano, y el banquillo apenas aporta: Johnson y Bogans han sido dos tremendas decepciones, Cook no cuenta y Gortat cuenta sus minutos por personales. ¿Dónde está la clave de su buena primera vuelta, entonces? En una combinación de elementos, opino: un calendario no demasiado exigente que se verá puesto a prueba inmediatamente; la aportación en defensa de Lee y la resurrección del tiro de Redick, que han permitido cubrir el agujero en el puesto de “dos”; y sobre todo la magnífica temporada de un Jameer Nelson que parece haber decidido que si tiran todos, pues él también se apunta. Los Orlando Magic son el único punto de contacto entre los tres “escapados” y el “grueso del pelotón”, pero ¿de quiénes están más cerca? En mi opinión, y sin pretender desmerecer su gran rendimiento, de los últimos. Eventualmente, las carencias estructurales que se veían en estos Magic desde pretemporada (falta de banquillo especialmente por dentro, dependencia del tiro exterior) terminarán por dar la cara, a pesar del buen trabajo de Stan Van Gundy.