Guía NBA 2008/2009
En los últimos años, la NBA ha esquilado el baloncesto Europeo, con la contratación de jugadores que habiendo, o no, demostrado su clase en el deporte de la pelota gorda en Europa, hacían las maletas y cruzaban el charco en busca de la oportunidad de su vida. El baloncesto internacional, cobra día a día más importancia en este mundo cuya propietario exclusivo parecía hasta hace unos años Estados Unidos.
La globalización, ha tenido como consecuencia, que lo internacional, este de moda en el baloncesto Europeo, aunque muchos, por unas cosas u otras, acaban mal parados en el baloncesto norteamericano. Otra consecuencia de la globalización es la contraria, el regreso, de jugadores de más o menos nivel, de América a Europa, y lo que es todavía más novedad, la llegada de jugadores con cartel, nativos estadounidenses, a Europa, para vivir una nueva aventura, y por supuesto por dinero.
Un ejemplo claro, lo encontramos en la figura del alero californiano Josh Childress, jugador con gran cartel como jugador de equipo en Estados Unidos y con una gran capacidad atlética. Su llegada a Europa, concretamente al todopoderoso Olympiacos, causó un gran revuelo tanto en Estados Unidos como en Europa. La cifra que cobrará Childress al año será de 4.5 millones de euros al año, algo que desde la directiva del club del Pireo parece escasa, ya que anuncian que para la temporada que viene el presupuesto se podrá elevar hasta los 70 millones de euros, y prevén el fichaje de una gran estrella NBA.
Childress no cumple el papel de grandísima estrella NBA, pero tendrá un papel de estrella en Europa, gracias a que es un jugador cuya adaptación es ideal, y que puede aportar en muchísimos aspectos del juego. Aportará regularidad, pero ni mucho menos, alcanzará unos números de escándalo.
Pero sí con Childress ya creíamos que lo habíamos visto todo, y que los griegos habían reventado la banca, desde Rusia (con amor) dieron un serio aviso de que los petrodólares siguen de moda en el baloncesto Europeo. A pesar de tan solo contar con una plaza en Euroliga, el baloncesto ruso, sigue invirtiendo cantidades ingentes de dólares para relanzar la otrora débil liga rusa, al que se le quedaba grande el cartel de “Superliga”.
El CSKA reinaba, con autoridad, ahora las facilidades para lograr el cetro ruso ya no son tantas, a pesar de que siguen siendo los reyes. El Khimki, club radicado en una ciudad dormitorio de la gran Moscú, ha decidió seguir apostando por un proyecto, que les saque de la Eurocup, para pasar a la Euroliga, compitiendo ferozmente con el equipo de la policía rusa, el mítico Dynamo.
Por ello, tirando de chequera se ha traído del baloncesto americano al escolta-alero argentino Carlos Delfino, firmándole el contrato más alto de la historia del baloncesto Europeo, a razón de 6 millones de euros por año en los tres años que pasará en la fría Rusia. Harto de la NBA, Carlos Delfino, encontró el contrato de su vida en Rusia, un contrato desproporcionado, para un buen jugador, con hechuras de estrella, pero que difícilmente llegará al nivel de gran estrella en el mundo del baloncesto, incluyendo tanto baloncesto Europeo como Americano, a pesar de su indiscutible calidad física como técnica.
Este mismo equipo también fue el equipo que más alto pujó por los servicios de Jorge Garbajosa, que no logró en España encontrar una oferta que le satisficiera económicamente, y encontró un chollo en el Khimki, que arriesgó en firmar a un jugador con un caché demasiado alto, para la incógnita que supone firmar a un jugador que apenas ha jugado en dos años, y cuyo estado físico es cuanto menos dudoso. En el caso, de que pueda volver a ser lo que fue, sin duda ganan a un jugador que ya ha demostrado que es determinante en el baloncesto europeo gracias a su inteligencia sobre la pista y a su muñeca, que hará la vida más fácil a jugadores como Moiso, Lampe o la joven promesa Mozgov.
Más allá del Khimki, otro jugador que llega de America, es Nenad Krstic, pívot de 25 años, que firmó este verano por Triumph Lyubertsy, que cambió de ser Dynamo Moscú Region a su actual nombre para evitar deudas y responsabilidades administrativas. Krstic, demostró sobradamente que puede ser un pívot dominante, pero una lesión en la rodilla, no le ha dejado volver a mostrar ese gran nivel del que es capaz, en un equipo en el que tiene la obligación de ser el líder, y tirar de un grupo que alberga a Bremer, Goree, Tunçeri o Askrabic entre otros.
Otro equipo que ha buscado esta vía, y también pagando fichas por encima de los 2.5 millones de euros por año y jugador es el Dynamo de Moscú. Sus dos “Nbas” son Bostjan Nachbar y Jannero Pargo. Nachbar es un 3-4 esloveno, de dudable regularidad y sangre, con un talento impresionante, capaz de desequilibrar en ambas posiciones gracias a su capacidad atlética y tiro. Jannero Pargo llega al exterior para demostrar que en Europa puede llegar a ser una estrella, gracias a su inagotable variedad de recursos a la hora de anotar.
En la ACB, nos encontramos también dos casos claros de esta nueva “moda”, como son Juan Carlos Navarro y Kosta Perovic. Navarro regresó a su casa, después de un año en Estados Unidos, salvando así su deuda de 3.5 millones de euros con la entidad blaugrana, y además haciéndose con un contrato que le reportará una cifra superior a los dos millones de euros anuales. Lo más destacable de su irregular temporada en el baloncesto norteamericano – eso sí, con unos números bastante buenos de 10.9 puntos por partido- fue que estuvo a dos triples de alcanzar el record histórico de triples de un rookie en una temporada que sigue manteniendo Kerry Kittles.
Su regreso a Barcelona, supone la vuelta de uno de los ídolos del Palau, de un jugador explosivo como su sobrenombre, “La bomba”, pero que quizá condiciona demasiado el juego de un equipo plagado de estrellas, que de momento no encuentra ni define su estilo de juego.
A Pamesa, llega también tras un año fuera de Europa el ex del Partizan Kosta Perovic. Un pívot muy grande, al que todavía le quedan muchas batallas para poder adquirir su mejor juego a pesar de su enorme experiencia para su edad. A pesar de esto, su ética de trabajo, su buen tacto cerca del aro, su tiro de media distancia y su notable conocimiento del juego, le harán rendir a un nivel bueno desde el comienzo.
Además también regresan a Europa tras una notable carrera en la NBA, el alero croata Gordan Giricek, vía Fenerbahçe, y el base portorriqueño Carlos Arroyo, que llega al Maccabi. Giricek llega a Turquía para seguir con los recitales anotadores tan característicos de su paso por el CSKA. Arroyo, llega como un base que debe ser determinante, y cuya adaptación tiene que ser rápida ya que conoce el baloncesto internacional, y tuvo un fugaz paso por el Tau Cerámica, en el que ya dejó muy buenas sensaciones. También hemos de tener en cuenta el regreso de otro ex del Baskonia, Casey Jacobsen, que inicia su segundo periplo por Alemania.
También destacar la llegada a la Virtus de Bolonia, de un clásico en los últimos años en la NBA, el diminuto Earl “Lentejita” Boykins, cuyo pasado como “Nugget” fue muy bueno, gracias a sus habilidades ofensivas, a pesar de su 1.65 en una liga donde prima el físico.
Guía NBA 2008-2009