La franquicia de Illinois no está pasando por su mejor momento, muy atrás queda la figura de Jordan en la que todavía se asoma su larga silueta, también queda atrás los tiempos donde un chico oriundo de Chicago quería volver a hacer grande el equipo de sus sueños como era Derrick Rose, también acabaron los tiempos de la intensidad y dureza de Thibodeau con Jimmy Butler como mayor exponente del juego que proponía su entrenador, todo ello queda atrás. Ahora hay que mirar al presente y futuro, un roster algo desestructurado con que tiene jóvenes talentos que bien desarrollados pueden brillar. Pero ¿Como ha llegado Chicago a esta situación?
LA RECONSTRUCCIÓN LLEGA TARDE
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Una de las características de la gerencia de los Bulls es no arriesgar, quemar todas las opciones posibles hasta que no haya vuelta atrás, es lo que ha pasado estos últimos años en Chicago, con Rose confirmado de que no iba a ser el mismo, más la salido de Thibs por su mala relación con la gerencia, era el momento adecuado para mover piezas y reconstruir desde cero. Tanto Forman como Paxson no lo vieron así y apostaron por Hoiberg, un entrenador que venía de la liga universitaria y que es reconocido por su apuesta por el pace and space (ritmo y espacio) y la búsqueda de la línea de 3. Algo que aquellos Bulls no tenían, su primer año con Rose, Butler, Gasol y Noah y en el segundo otra vez con Butler añadiendo a Wade y Rondo. Grandes jugadores de gran talento pero que no están habituados a jugar dicho sistema. O dicho de otra manera la plantilla que había formado la gerencia no se adaptaba al juego que proponía su entrenador. Todo ello para intentar evitar lo máximo posible la reconstrucción, algo que iba a llegar tarde o temprano y que ha hecho que se pierdan 2 años en los que Chicago podía haber formado un núcleo joven, talentoso y una cultura de juego más adaptada a los cánones actuales.
EL BINOMIO GARPAX ES NOCIVO PARA CHICAGO
Gar Forman y John Paxson llegaron a los puestos altos (General Manager y Vicepresidente de operaciones) de la directiva en 2009 después de pasar varios años formando parte de la gerencia. Su comienzo fue prometedor formando una equipo exitoso con entidad defensiva y ganadora gracias a la contratación de Thibodeau y traer veteranos como Carlos Boozer a los jóvenes Derrick Rose, Joakim Noah o Luol Deng. Pero en los últimos años sus movimientos han sido criticados por la afición y con razón. El despido de el mejor entrenador que ha pasado desde Phil Jackson (Thibs) por mala relación con la directiva, el traer a Wade y Rondo y aclimatarlos a un estilo donde no encajan, el traspaso de Cameron Payne, no apoyar a Mirotic después del famoso puñetazo, malas elecciones de draft (McDermott, Portis, Valentine...). Ni toman buenas decisiones ni apoyan a los miembros de su plantilla o cuerpo técnico, y es algo que deben cambiar si quieren que Chicago vuelva a ser grande.
NECESIDADES Y FUTURO
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Chicago tiene un buen núcleo de futuro en los Guards (pendientes de lo que haga Lavine aunque parece que va a renovar) una fuerte necesidad en el puesto de alero y un interior defensivo e intimidador que acompañe a Markkanen en la zona. Candidatos con el pick 7: Michael Porter Jr (el favorito de la afición), Mohamed Bamba, Jaren Jackson Jr, Mikal Bridges o Wendell Carter Jr.
Respecto al futuro del equipo a corto plazo todavía tienen que hacer algunas operaciones, como buscar un traspaso por Robin López ya que no encaja en el rumbo del equipo y buscar en la agencia libre a jugador que se adapten a lo que pide Hoiberg en cancha. Jugadores rápidos y versátiles. Aunque todo apunta a que los Bulls les queda aún un par de años sufriendo en la zona baja de la liga.