El martes de esta misma semana, Kevin Durant caía lesionado en el partido ante los Wizards. Al día siguiente, después de ser sometido a una MRI (Imagen por Resonancia Magnética), los resultados revelaban una distensión en un músculo de la zona superior y posterior de la pierna izquierda, que le mantendría alejado de las canchas durante 7-10 días, después de los cuales sería reevaluado.
Aquí es donde entra en escena Russell Westbrook. La temporada pasada, con la ausencia de Durant, el base de OKC se echó el equipo a la espalda, firmando unas brutales estadísticas noche tras noche difíciles de olvidar. Llegó a registrar cuatro triples-dobles consecutivos (49 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias en el último partido de dicha racha), algo que no hacía nadie desde Michael Jordan en la temporada 1988-1989 (en la que tuvo siete seguidos). Casualmente, Russell firmó su primer triple-doble esta temporada contra los Wizards, partido en el que se lesionó Durant.
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Con 27 años recien cumplidos, Westbrook se ha sometido en los últimos años a tres intervenciones quirúrgicas en la rodilla y a una operación en la mano derecha debido a una fractura en el segundo metacarpiano. A pesar de ello, sigue siendo uno de los jugadores más intensos de la liga, y nos sigue regalando acciones tan espectaculares como esta:
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¿Volveremos a ver al mejor Westbrook? ¿Colapsará las portadas con sus triples-dobles y sus anotaciones de escándalo? Esta noche, en su primera prueba ante los Sixers, veremos qué es capaz de hacer Russell sin la presencia de su amigo y compañero Kevin Durant.