Y es que desde que en 2004 la KBL se abrió a la importación de extranjeros de cualquier lugar del mundo, los scouts han recorrido Europa y América buscando los mejores americanos para llevarlos a su liga a pesar de que el salario límite debería haber sido de 20.000 dólares al mes.
Sin embargo, esta cantidad se antoja demasiado baja para que jugadores de la talla de Chris Williams, Chris Burgess, Demetrius Alexander, Phill Ricci, Gabe Mouneke, Pete Mickeal, Lee Benson, Lou Roe, Sam Clancy o Art Long, entre otros, encontraran en la -a nivel competitivo- floja KBL el lugar ideal donde lucir sus cualidades.
De esta manera, la Liga pretende hacer borrón y cuenta nueva estableciendo un nuevo límite salarial para los americanos -400.000 dólares anuales por pareja- y negando la inscripción en el Campus previo al Draft -que se celebrará en Las Vegas- a aquellos jugadores americanos que han jugado en Corea durante las últimas tres temporadas, un total de cuarenta y tres.