Apagón total en Miami. Tras un comienzo algo dubitativo, el proyecto de los Heat, comandado por el super-trío formado por Wade, Lebron y Bosh, parecía ir viento en popa. Entre finales de noviembre y comienzos de enero, la franquicia de Florida se anotó 21 victorias frente una única derrota (ante los Mavericks por un ajustado 96-98). Las piezas parecían encajar y los Heat eran claros candidatos al anillo. Pero tras la disputa del All-Star llegó el apagón total. En la última semana y media los Miami Heat han encadenado una impensable racha de 5 derrotas consecutivas que vuelve a sembrar dudas sobre los cimientos de este proyecto.
La racha comenzó el pasado 27 de febrero, con la derrota a domicilio ante los Knicks (86-91). Luego siguieron las cosechadas ante Magic (96-99), Spurs (125-95), Bulls (86-87) y, en la pasada madrugada, ante los Blazers (96-105).
Portland Trail Blazers demostró en Miami ser un equipo con mayúsculas. Mucho talento y juventud sobre la pista, con una pareja LaMarcus Aldridge (26 puntos y 4 rebotes) – Gerald Wallace (22 puntos y 9 rebotes), este último saliendo desde el banquillo, que puede dar mucho de que hablar.Frente a ellos, dos solistas que siguen a lo suyo (69 puntos anotados entre Wade y Lebron), otro que desafina (7 puntos y 3/11 en tiros de campo para Bosh) y muchos secundarios que aportan muy poco al juego (Mike Bibby lo fue todo en la NBA, pero actualmente no es un jugador que ofrezca garantías). Especial referencia merecen los centers del conjunto de Florida. En la posición de 5 en la cancha se fueron alternando Joel Anthony, Eric Dampier y Zydrunas Ilgauskas. Pues bien, entre los 3 realizaron 2 tiros de campo para lograr 2 pírricos puntos. Y es que parecen tener prohibido mirar al aro.
Resumen del Heat vs Blazers:
El cúmulo de derrotas, la incapacidad para lograr la victoria en los momentos decisivos en finales ajustados y las reacciones en forma de lágrimas de los jugadores de los Heat han sido objeto de muchos comentarios en los últimos días. Ni Phil Jackson se ha podido resistir a la tentación. El técnico de los Lakers afirmaba que "This is the NBA: No Boys Allowed. Big boys don’t cry. But, if you’re going to do it, do it in the toilet where no one can see".
La difícil situación que viven actualmente los Heat ha situado en la picota ha su ténico Erik Spoelstra ¿Cuanta paciencia le quedará a Pat Riley?
Y no dejamos la franquicia de Florida. Su veterano pívot Zydrunas Ilgauskas (2.21/35 años) ha declarado publicamente que la presente es su última campaña como profesional.
Este gigante lituano llegó a la NBA en 1996, año en el que fue elegido por los Cavaliers como Nº 20 del Draft. Sin embargo, sus primeros años en la liga se vieron trufados por un sinfín de problemas con sus pies. Se perdería su campaña como rookie por la rotura de un hueso de su pie derecho. Su debut se tuvo que retrasar hasta la campaña 1997-98, en la que ofreció un muy buen rendimiento (13.9 puntos y 8.8 rebotes), lo que le valió para ser incluído en el Quinteto Ideal de rookies de esa campaña. Pero de nuevo volvieron los problemas físicos. En la temporada 1998-99 únicamente disputaría 5 partidos y se pasaría en blanco toda la campaña 1999-00. Esta vez era el píe izquierdo el causante de todos los males. Volvería a las canchas en el 2000, pero en diciembre recaería de sus lesiones y no pisaría el parquet hasta la temporada 2001-2002.
En esa temporada 2001-2002 se pondría fin a la travesía por el desierto de Ilgauskas. El lituano ha disputado desde entonces 9 temporadas NBA sin excesivos problemas. De movilidad reducida a consecuencia de los problemas físicos, pero con un talento innato para este deporte, sus mejores temporadas serían la 2002-03 (17.2 puntos y 7.5 rebotes de media) y la 2004-05 (16.9 puntos y 8.8 rebotes de media), en la que conseguiría ser All-Star. Muy valorado por Lebron James, su fichaje por los Heat fue petición expresa de la estrella NBA.
Con Ilgauskas se irá uno de los pívots con mayor calidad individual de toda la liga en la última década. Supo destacar en la jungla de la NBA a pesar de competir en evidentes condiciones de inferioridad física.