Miami Heat ha celebrado esta madrugada no solo la victoria ante los Nueva Orleans Pelicans, sino el regreso 1.418 días después de Greg Oden a las canchas. Desde el 5 de diciembre de 2009  que no jugaba un partido. Oden disputó tres minutos antes del descanso y le bastaron para recoger un balón en el poste y hundirlo sin piedad.

Oden, de 25 años, fue número 1 del Draft 2007. En cinco años en Portland Trail Blazers tan solo pudo disputar un total de 82 partidos de temporada regular. El nombre de Greg Oden estará siempre ligado al de Kevin Durant, número 2 del mismo draft de 2007. En aquel entonces, ambos jugadores se consideraban futuras estrellas NBA. 

Varias franquicias decidieron no poner en pista a sus mejores jugadores en la parte final de la temporada, buscando ganar el menor número de partidos posible para así tener más opciones el día del draft de llevarse a alguno de ellos. Los Blazers obtuvieron la primera elección, y seleccionaron a Oden por encima de Durant en una decisión no especialmente controvertida en su día. Desde entonces, Oden sólo ha sido capaz de disputar 88 partidos NBA entre temporada regular y Playoffs, y sus rodillas han tenido que pasar 5 veces por el quirófano.

Oden firmó con Miami porque buscaba algo totalmente distinto. El equipo Heat ha dejado claro al jugador que sus expectativas con él son que esté al 100% para el final de temporada regular y los Playoffs. Esa falta de presión durante la primera parte de la temporada ha sido, según el propio Oden, el factor decisivo, pues no es fácil volver a estar al máximo nivel tras cerca de cuatro años sin jugar un solo partido. “No voy a sentarme aquí y decir que estoy al 100%. Me estoy moviendo con soltura y me siento bien, pero tengo mucho trabajo que hacer”, dijo el jugador a ESPN.

Si cuando llegue abril Oden está en condiciones de ser un jugador NBA, Miami podría haber encontrado el antídoto para Roy Hibbert, el gigante de los Indiana Pacers que destrozó el juego interior Heat en las últimas finales de la Conferencia Este.