Como cada año, la NBA ha encuestado a la nueva generación de novatos para saber su opinión acerca de sus compañeros de camada. De las respuestas de los 40 rookies que han participado en esta ocasión, destaca la elección de John Wall como el más firme candidato a Rookie del Año, la unanimidad que despierta Avery Bradley como mejor defensor o los mayores temores que albergan a la hora de intentar adaptarse a la liga.
Así pues, John Wall, el base que abandonó Kentucky para ser número 1 del último draft, ha recibido un 38.5% de los votos de sus compañeros, desbancando en ese comienzo ficticio de carrera por el premio al Novato del Año a Blake Griffin, que el año pasado se había llevado más de la mitad de los votos. El ala-pívot de los Clippers podrá optar al premio, puesto que se pasó la pasada campaña en blanco por lesión, pero parece que los miembros del último draft consideran a Wall con más posibilidades para destacar en su estreno.
El nuevo base de los Washington Wizards también se perfila ante sus compañeros como el jugador que mejor carrera va a tener en la NBA (23.7% de los votos). En este caso, además, vemos como su socio en Kentucky, DeMarcus Cousins, consigue empatar con Griffin por el segundo puesto. Sin duda aquí pesa más el potencial que se les atribuye a los jugadores, por lo que vemos cómo novatos más jóvenes, como Derrick Favors, también mejoran sus resultados respecto a la pregunta de los favoritos al ROY.
En cuestiones de potencial, siempre hay jugadores que pasan más desapercibidos para los expertos o que no general la atención que deberían a pesar de sus aptitudes. En uno de los resultados más apretados, Lance Stephenson se lleva el primer puesto con un 17.9% de los votos. Su gran actuación en las Ligas de Verano le llevó a ser señalado como uno de los posibles robos, pero lamentablemente ha dado más que hablar por asuntos extradeportivos. Tras protagonizar un violento episodio con su novia, los Indiana Pacers (inmersos en su campaña de lavado de imagen), le prohibieron entrenar en las instalaciones del Conseco Fieldhouse.
Cuando se trata de hablar del mejor tirador, los novatos lo tienen claro al señalar a Luke Babbitt. Aunque no gana con la superioridad insultante que lo hizo hace un año Stephen Curry (se llevó casi un 80% de los votos), el nuevo alero de Portland supera con claridad a Jordan Crawford (Atlanta Hawks) y Gordon Hayward (Utah Jazz), empatados por el segundo puesto. Parece que no sólo despierta buenas sensaciones en Oregon, pues a esta "victoria" suma su segundo puesto en las apuestas del robo.
Aún con más claridad se impuso el novato de los Boston Celtics Avery Bradley en las conversaciones acerca del mejor defensor de la camada. Considerado por la ESPN coomo el mejor proyecto de la generación de 2009, la terrible capacidad defensiva de este base formado en Texas le ha valido más del 40% de los votos de sus compañeros, muy por encima de las consideraciones recibidas por Hassan Whiteside (Sacramento Kings), Lazar Hayward (Minnesota) o Ekpe Udoh (Golden State).
Pero si se habla de capacidad atlética, el dominador es Terrico White, nuevo miembro de los Pistons. Su exhibición en el improvisado concurso de mates que tuvo lugar durante la sesión fotográfica para los novatos de esta pretemporada le ha valido el respecto de sus compañeros.
Desde luego que los novatos parecen tener claras las cualidades de sus compañeros pero, ¿Podrán trasladarlas a la NBA? Y es que no siempre los jugadores que consiguen destacar a nivel universitario encuentran a la liga norteamericana las condiciones necesarias para sobresalir, o incluso se ven demasiado atraídos por toda la parafernalia que rodea a la competición y trabajan menos de lo debido para hacerse un hueco entre los mejores. ¿Qué es lo que más temen de su nuevo lugar de trabajo?
Casualmente, se repiten los cuatro primeros puestos del año pasado. Lo más temido, sin duda, la longitud de la temporada. Es de sobra conocido ese momento a mediados de la liga regular en el que algunos novatos bajan drásticamente sus prestaciones por culpa del cansancio. Es el Rookie Wall, un fenómeno que este año dará lugar a incontables titulares de muy escasa originalidad. No es habitual que el calendario de una universidad supere la cuarentena de partidos mientras que, en la NBA, el mínimo al que tendrán que hacer frente son 82.
En el segundo puesto vuelve a situarse el estilo y la velocidad de juego. Deben adaptarse a las posesiones de 24 segundos en lugar de las de 35 que disfrutan en su periplo universitario, lo que sumado al mayor nivel físico que impera en la NBA puede ponerles en serios problemas a la hora de trasladar su juego a los profesionales. Precisamente el tamaño y el cuerpo de sus nuevos rivales es otro de los grandes temores que les asaltan en estos meses previos al comienzo de la campaña y, junto a ellos, el estilo de vida que podrán llevar. Viajes continuos, muchas tentaciones y, sobre todo, un cambio radical en la situación económica que puede llevarles al fracaso, no sólo deportivo.
Queda poco más de una semana para que empiece la pretemporada y algo más de un mes para que la liga regular eche a rodar. Días de tensión que tendrán que sobrellevar como mejor puedan. Si necesitan reírse, parece que DeMarcus Cousins (44.7%) y el buck Tiny Gallon (32.9) son los más indicados para ello.