La NBA anunció en la madrugada de hoy una sanción económica de 25.000 dólares a Rudy Fernández por haber mostrado (a través de su agente, Andy Miller) sus intenciones de abandonar los Portland Trail Blazers. La liga prohíbe hacer este tipo de manifestaciones públicamente, por lo que procedió a castigar al jugador.

Ayer salían a la luz unas declaraciones del representante de Rudy Fernández al portal Hoopshype en las que, entre otras cosas, aseguraba que el escolta balear estaba perdiendo el interés en seguir jugando en la NBA y que su principal interés estaba en regresar Europa, donde equipos de la talla del Regal FC Barcelona y el Panathinaikos lucharían por hacerse con sus servicios.

Estas manifestaciones se unirían a las hechas un día antes al Oregonian, en las que llegaba a decir no sólo que existía la posibilidad de que Rudy no se presentara al training camp, sino que estaba dispuesto a pasarse los dos últimos años de su contrato sin jugar. "Sólo me queda subirme al techo y gritar ‘¡No va a venir!’. No va a volver. Ya lo he dejado claro", aseveraba en este medio local.

Los Blazes conocen el interés del jugador por abandonar la franquicia desde hace meses. Parecía que todo quedaría solucionado en la última noche del draft donde, como era de esperar, se recibieron ofertas por el escolta. Sin embargo, ninguna de ellas satisfizo las pretensiones de la entidad de Oregon, por lo que Rudy sigue perteneciendo a la disciplina de Portland.

Nombres como los de Boston, Nueva York o Chicago son los que más se han oído en los rumores de los últimos meses, pero ninguna de estas opciones convence a la directiva de la franquicia. Esta reticencia es la que ha dinamitado la paciencia de jugador y agente, aunque desde los Trail Blazers se mantiene la calma. "No me van a presionar para hacer un traspaso. No voy a hacer un traspaso sólo por hacerlo. Tiene que ser un acuerdo bueno para el equipo", apuntaba el mánager general Rich Cho, que relevó a Kevin Pritchard en la noche del draft y admite haber entablado negociaciones para resolver el futuro de Rudy.

Esta misma sensación de tranquilidad transmitió ayer Nate McMillan. El entrenador se encuentra en Madrid, donde este domingo la selección de Estados Unidos se enfrentará con España en un amistoso que disputado en la Caja Mágica, y aprovechó para hablar por teléfono con su pupilo. "Es la posición que [Rudy] ha mantenido durante todo el verano. Pero vamos a buscar lo que sea mejor para la organización", señalaba el técnico en declaraciones a la ESPN.

A la hora de justificar los escasos minutos de los que disfrutó el escolta de la selección española en su segunda temporada como jugador de la NBA, recordó las contrataciones de Andre Miller y Steve Blake, así como la condición de All Star del jugador que tiene por delante, Brandon Roy. "Él no es el único que se ha sentido de esa manera. Jerryd Bayless y Martell Webster también sintieron lo mismo", subrayó McMillan, que explica que en una plantilla tan profunda "tiene que haber estos sacrificios".

Así pues, Rudy Fernández sigue siendo jugador de los Portland Trail Blazers, a pesar de que la franquicia trabaja para conseguir un buen trato a cambio de un jugador que considera "bueno y talentoso". La NBA ha intervenido para evitar que situaciones como la protagonizada por su agente se repitan, por lo que el jugador deberá mantener la paciencia y seguir preparándose para la disputa del Mundial de Turquía, donde la selección española buscará revalidar el oro conseguido hace cuatro años en Japón.