El escolta de los Lakers sigue grabando su nombre en oro en la historia de la competición. Ya es el quinto mejor anotador tras supear al que fuera su colega, Shaquille O’Neal. Así nos lo cuenta Jaime Martínez Lafargue.
Kobe saltó a la cancha de su ciudad natal con la mirada asesina que presenta esos días en los que sólo ve el aro. Sus primeros 18 minutos de partido fueron apoteósicos, como si el ansia por conseguir alcanzar a Shaq guiase todos sus movimientos. Hiperactivo en defensa y letal en ataque. Como el Kobe de las mejores ocasiones. Como aquel que anotara 81 puntos ante los Raptors. 24 puntos le hacían falta, y 24 puntos consiguió en apenas cuarto y medio (tiempo en el que incluso pasó unos minutos por el banquillo). Canastas imposibles desde cualquier punto de la zona de ataque Laker, incluidos triples imposibles desde ocho metros o con el defensor encima. Todo entraba. El punto 24 paró el partido. Tras anotarlo, el partido se detuvo en tiempo muerto y Derek Fisher, como si de una celebración más trascendente se tratase, fue a dar un abrazo en medio del parquet a la Mamba Negra. Se había convertido en el quinto mejor anotador de la historia, un lugar en la élite de la élite.
Sin embargo, a partir de ese momento, Kobe desapareció. Su hipermotivación se diluyó repentinamente, dejando en agua de borrajas lo que podía haber resultado en una actuación legendaria, como tantas otras suyas. Los tiros dejaron de entrar y los Lakers lo notaron. Unos bravos Sixers, liderados por siete puntos finales consecutivos de Lou Williams dieron la vuelta al marcador en los instantes finales y los angelinos volvieron a cosechar una derrota a domicilio, dejando escapar un partido que Bynum había dominado en la pintura, y en el que Kobe nos dejó su esencia durante solo un cuarto y medio.
Wilt Chamberlain, y Michael Jordan son los que vienen a continuación.
De Lin a Vásquez
Jeremy Lin es un jugador de los que gusta que triunfen. Una cinderella venída desde el universo del conocimiento al territorio copado por los one & done. Ya lo explicábamos en la crónica del pasado pasado sábado, 4 de noviembre. Lin, después de asombrar en Harvard, y asombrar en la en el partido contra Nets, Lin volvió a rescatar a los Knicks, en esta ocasión contra los Jazz (88-99), totalizando 28 puntos, 8 asistencias, 2 rebotes, 2 recuperaciones…y 8 pérdidas, algo menos usual en él. Mientras llega Baron Davis y Shumpert está lesionado, a D’Antoni le ha venido como caído del cielo la explosión de este ángel.
"Nadie dijo que iba a ser fácil. Quiero ganar y trabajaré extra para ayudar a mi equipo a conseguir victorias", avisaba Vásquez desde su cuenta de twitter.
Formado también en territorio USA, Greivis Vázquez es otro de los beneficiados por las lesiones. La explosión definitiva de Mike Conley en Memphis la temporada pasada le restó muchos minutos de juego en Memphis, equipo que le había elegido tras una brillante carrera en Maryland Terrapins. La lesión de Jarrett Jack ha aupado al criollo a la titularidad con unos Hornets que pasan por ser uno de los peores equipos de la competición. Vasquez volvió a anotar 20 puntos por segunda vez en una temporada, en la vigesimoprimera derrota de Charlotte, esta vez ante lo Kings de un exultante DeMarcus Cousins (28 puntos, 19 rebotes y 3 tapones). Vasquez repartió, además, 9 asistencias, y mejora la media de Jack (6.8) en los últimos cinco encuentros. En este periodo de tiempo, el base latino promedia 16.7 puntos y 7.8 asistencias, refrendando que el talento que se vio en la NCAA puede tener continuidad en el baloncesto profesional.
El mejor partido de la temporada, o casi
No nos podemos ir sin mencionar la gran batalla del oeste entre Portland y Oklahoma City. Blazers y Thunder disputaron el que podemos considerar uno de los mejores de toda la temporada. Vencieron los de Oklahoma por 107-111 en el tiempo extra, al que se fue gracias a un fantástico tapón de Russell Westbrook sobre Nicolas Batum -el hombre de los 9 triples. La pareja All-Star de Oklahoma brilló con luz propia (Kevin Durant 33 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias y Russell Westbrook 28 puntos 11 rebotes y 8 asistencias), contando esta vez con el apoyo de un Ibaka que se hizo fuerte en la zona (12 puntos, 13 rebotes y 4 tapones). Por los Blazers, LaMarcus Aldridge reclamó de viva voz su sitio en el All-Star Game aportando 39 puntos y 6 rebotes para su equipo.