Desde que dejó de vivir a la sombra de Westbrook y Durant en los Thunder y recaló en los Rockets, James Harden (1.96/25 años) se ha convertido en el escolta más letal en el aspecto ofensivo de toda la NBA. En sus dos primeras temporadas en la franquicia superó los 25 puntos de media por encuentro y en la presente firma práticamente idénticos números en anotación (25.2 puntos), superando también la media docena de rebotes y asistencias por encuentro (6.4 rechaces y 6.6 pases de canasta de media). Números de auténtico MVP, no cabe duda. El pasado curso ya fue incluido en el quinteto ideal de la liga y no nos extrañaría que en la presente volviera a estar presente
Harden es un supertalento ofensivo. Su 1×1 es prácticamente imparable y sus recursos en ataque son prácticamente ilimitados. Domina como nadie su cuerpo y es capaz de sacar 2+1 imposibles delante de cualquier tipo de defensor, incluso ante los muros más altos de la liga. Su agresividad en ataque le hace provocar un gran número de faltas personales, yendo a la línea en la presente campaña hasta en 10 ocasiones por actuación, el líder en este aspecto estadístico de toda la liga.
Todas las infinitas loas que podemos manifestar sobre el Harden atacante, se tornan en críticas y reproches cuando nos referimos a la labor defensiva de nuestro protagonista. La concentración y la actitud brillan por su ausencia como nos referimos al Harden defensor. El escolta de los Rockets es un auténtico coladero en este aspecto. Y no será por recursos ni por cualidades físicas, precisamente. En la defensa con balón, cuando nuestro protagonista lo desea, Harden se muestra rápido de piernas y, sobre todo, de manos. Roba 1.8 balones por encuentro, siendo actualmente el duodécimo mejor ladrón de la liga. Pero la estadística no debe engañarnos. En la defensa sin balón Harden pierde la concentración en demasiadas ocasiones, permitiendo bandejas y mates fáciles a sus pares. Además, no es precisamente de los primeros en bajar a defender cuando el rival se lanza al contraataque. Hace un par de días, ante los Knicks, veíamos una jugada en la que Harden hacia literalmente la estatua en medio campo ante un contraataque de los de New York. Algo completamente impropio de un profesional y que hace que la valoración global del James Harden jugador baje varios enteros.
¿Es casualidad que un jugador de la clase media de la liga como Corey Brewer alcanzara los 51 puntos en un partido la pasada temporada precisamente ante los Rockets y siendo defendido por James Harden?
Highlights de los despistes defensivos de James Harden:
En la Copa del Mundo del pasado verano James Harden también dejó unas cuantos ejemplos de sus lagunas defensivas con la camiseta de los Estados Unidos: